El parón del comercio global hace mella en las cuentas de Maersk, una de las mayores navieras del mundo. La empresa danesa ganó un 82% menos el año pasado lastrada por su unidad de transporte de mercancías, que se vio afectada por la bajada de los fletes. El beneficio neto del grupo nórdico cayó hasta los 925 millones de dólares (821 millones de euros) desde los 5.190 millones de 2014. Los ingresos bajaron, por su parte, un 15% hasta los 40.300 millones. Pese a que el crudo es una de sus principales partidas de gasto, el brusco abaratamiento de los últimos meses (el brent cae un 70% en un año y medio) lastra el resultado de su unidad petrolera.
“En la segunda mitad del año, el resultado de la unidad de transporte marítimo de mercancías se ve afectado por una combinación de menor demanda y fuerte incremento de la oferta”, reconoce el grupo en un comunicado. “La demanda fue significativamente más baja en los mercados mercados emergentes y en algunos países europeos clave”. Maersk Line controla el 15% del mercado mundial de transporte de mercancías por mar.
Para 2016, la empresa reconoce que se verá afectada por unas tarifas de transporte “significativamente inferiores y el bajo crecimiento previsto en la demanda mundial de transporte de contenedores de carga”. En este entorno adverso, la dirección de Maersk admite que el resultado del grupo será peor que el año pasado.