Finalmente, la reina Isabel hizo referencia hoy a la decisión que tomaron el pasado 8 de enero los La reina Isabel otorga el visto bueno para que Meghan y Harry comiencen una nueva vida el príncipe Harry y su esposa, la actriz estadounidense Meghan Markle, quienes anunciaron que ponían fin a sus obligaciones como miembros de la familia real británica. “Hoy mi familia tuvo discusiones muy constructivas sobre el futuro de mi nieto y de su familia. Mi familia y yo apoyamos por completo el deseo de Harry y Meghan de crear una nueva vida como una familia joven”, señaló la mujer de 93 años mediante un comunicado, intentando poner así un freno al escándalo que escalaba en todo el Reino Unido.
“Aunque hubiéramos preferido que siguieran trabajando como miembros de la familia real a tiempo completo, respetamos y entendemos su deseo de vivir una vida más independiente como familia sin dejar de ser una parte valiosa de mi familia. Harry y Meghan han dejado en claro que no quieren depender de fondos públicos en sus nuevas vidas“, remarcó Isabel, haciendo referencia a la “independencia financiera” a la que habían hecho mención los duques cuando comunicaron su decisión.
Ese fue uno de los puntos centrales de la discusión durante estos días que duró la controversia. ¿Quién y cómo se mantendrían los gastos de los miembros “díscolos” de la familia real y hasta qué punto serían “independientes”. En esa discusión también ingresaba la actual residencia que ambos refaccionaron en el Reino Unido y que costó a las arcas del fisco más de tres millones de dólares.
El duque y la duquesa dijeron que continuarán usando Frogmore Cottage -a la cual la pareja se mudó hace solo nueve meses- como su residencia oficial para que “su familia siempre tenga un lugar que llamar hogar en el Reino Unido”. Pero eso requerirá el permiso de la Reina. En simultáneo necesitarán establecer una base en América del Norte, ya sea en los Estados Unidos o Canadá. Pero después de anunciar que no recibirían la Subvención Soberana, se podrían ver obligados a pagar el alquiler para mantener la residencia en Windsor, que sigue siendo propiedad de Su Majestad.
Isabel II, luego de mantener una reunión cumbre con tres miembros de su familia -a la que Meghan participó de manera remota, ya que está en Canadá con su hijo Archie, de ocho meses-, emitió el comunicado en el que también aclara: “Por lo tanto, se acordó que habrá un período de transición en el que los Sussex pasarán tiempo en Canadá y en el Reino Unido. Estos son asuntos complejos que mi familia debe resolver, y aún queda mucho trabajo por hacer, pero he pedido que se tomen las decisiones finales en los próximos días”.
Del encuentro en Sandringham participaron la Reina, Harry, su hermano William y su padre, Carlos, futuro rey. En tanto, Meghan era informada sobre el curso de las discusiones por vía telefónica, de acuerdo con la revista People.
Las palabras de la Reina llevan tranquilidad no solo a Harry y Meghan, sino, también, al resto de la realeza, quienes viven épocas de zozobra. Al inesperado conflicto con los duques también se suma el escándalo de trata de menores en el que está salpicado el príncipe Andrés, el hijo menor de la monarca, quien era amigo íntimo del financista estadounidense Jeffrey Epstein, muerto en su celda de Nueva York en agosto pasado.
A través de un comunicado, el príncipe Harry y William negaron que haya una brecha entre ellos poco antes de las conversaciones decisivas con la Reina para decidir el futuro de la familia real. Los hermanos emitieron su primera declaración conjunta desde que estalló la crisis de abdicación el miércoles pasado y fue para criticar una nota publicada este lunes por un periódico británico en la cual se asegura que Meghan y Harry se alejaron de la familia real por un supuesto bullying de William.
“A pesar de las claras negaciones por nuestra parte, una noticia falsa apareció en un periódico del Reino Unido hoy especulando sobre la relación entre el duque de Sussex y el duque de Cambridge. Para los hermanos que se preocupan tanto por los problemas relacionados con la salud mental, el uso de lenguaje provocativo de esta manera es ofensivo y potencialmente dañino.“