Meghan Markle está dispuesta a cuidar a toda costa del coronovirus a su esposo, el príncipe Harry, y a su hijo, el pequeño Archie.
Después de conocerse la noticia de que su suegro, el príncipe Carlos de Gales, dio positivo de coronavirus, la duquesa de Sussex le prohibió a su marido viajar de Canadá al Reino Unido para ver a su padre enfermo.
Carlos de Inglaterra, de 71 años, está en cuarentena voluntaria en Escocia junto a su esposa Camilla Parker Bowles, quien ha dado negativo a las pruebas por COVID-19.
De acuerdo a la información oficial de Clarence House, el heredero de la reina Isabel II, se encuentra en “buen estado de salud” y presenta “síntomas leves”.
Al parecer, Carlos de Gales enfermó dos semanas después de encontrarse con el príncipe Alberto de Mónaco, quien también está infectado con el virus. En las últimos dos semanas, Carlos cumplió con varios compromisos y mantuvo una reunión privada con su madre el 12 de marzo en el Palacio de Buckingham. Unos días después de ese encuentro, la soberana inglesa y su esposo Felipe de Edimburgo, de 98 años, se recluyeron en el Castillo de Windsor.
De acuerdo a una fuente del medio noticioso británico Daily Mail, Meghan le habría pedido a Harry que “bajo ninguna circunstancia” podía irse de Canadá en estos momentos de crisis.
Según esa misma fuente, los duques de Sussex, que se encuentran encerrados en su mansión frente al mar en la isla de Vancouver, Canadá, están frustrados por no poder hacer mucho por el Reino Unido y por su familia.
La última vez que Harry estuvo con su padre fue en el Servicio anual de la Commonwealth en la Abadía de Westminster en Londres el 9 de marzo. A esa reunión también asistieron su hermano William y Kate Middleton y la monarca inglesa.
Según los informantes de Daily Mail, Meghan les dijo a sus amigos que Harry ha estado en contacto regularmente con su hermano, el príncipe William y su abuela. “Ella dijo que esta crisis mundial los ha acercado a todos, especialmente a Harry y su hermano”, dijo la fuente al medio. “Harry les ha dejado muy claro que hará todo lo posible para ayudar desde Canadá”.
Recientemente se conoció que Meghan y Harry impusieron en su mansión medidas sanitarias extremas para evitar el contagio. Por ejemplo, la pareja ordenó a su personal de servicio que siga un estricto protocolo de higiene y use guantes de látex todo el tiempo.