Honduras. – Cuando alguien se infecta con el virus SARS-CoV-2 que causa la enfermedad del coronavirus COVID-19, puede sentirse de varias maneras distintas. Algunas personas están completamente asintomáticas, mientras que otras presentan síntomas y hay quienes se ponen muy enfermos. Muchos de los que tienen síntomas pueden presentar fiebre, escalofríos, sudores, dolor del cuerpo y un malestar parecido al de la gripe.
Según la gravedad de los síntomas, algunos pacientes con COVID-19 sienten que les falta el aire y necesitan recibir apoyo respiratorio en el hospital o que se les controle la presión arterial.
La doctora Stacey Rizza, experta en enfermedades infecciosas en Mayo Clinic, responde algunas preguntas acerca de cómo seguir la salud de una persona con COVID-19 en la casa y cuándo hay que ir al hospital para recibir atención médica.
«La persona debe mantenerse aislada para no infectar a los demás y, aparte de eso, todo lo que tiene que hacer es controlar cómo va su salud general. Cuando alguien todavía es capaz de respirar cómodamente, de comer o al menos de beber suficiente para mantenerse hidratado y nutrido, así como de levantarse y movilizarse por sí mismo para hacer sus actividades cotidianas, puede quedarse en casa y esperar a que pase la enfermedad en la comodidad de su propio hogar. Sin embargo, si llega al punto en el que lucha por respirar o no puede beber ni comer suficiente para mantenerse hidratado y nutrido, entonces, debe ir al hospital para que allí se siga la evolución de la enfermedad o se evalúe si requiere atención médica más intensa», señala la doctora Rizza.
¿Cómo mitigar el riesgo de propagar la COVID-19?
A fin de reducir drásticamente la cantidad de SARS-CoV-2 que una persona propaga a otra y a la comunidad, la doctora Rizza recomienda seguir las siguientes cuatro medidas de protección.
«Son los cuatro estratos de protección que ayudan a evitar la propagación a otros:
1.- Todos usan mascarilla cuando están dentro de lugares públicos o en un área exterior con mucha gente.
2.-Distancia física, o sea, mantenerse a una distancia de 6 pies (1.80 m) de los demás, puesto que se sabe que esas gotitas pueden desplazarse hasta esa distancia y al mantenerse alejado, las gotitas no pueden aterrizar sobre uno.
3.- Desinfectar las superficies que se tocan mucho, o sea, las cosas que el público toca, como pomos de puertas, grifos de agua, pasamanos y todo aquello que se toca con frecuencia; por último.
4.- La higiene de las manos es muy importante, pues si la gente se lava las manos siempre que regresa de un lugar público y antes de quitarse la mascarilla, entonces, las manos están limpias aunque hayan tocado algo antes de quitarse la mascarilla y desaparece la posibilidad de que se toque la cara con manos contaminadas. Esas cuatro medidas son muy importantes y eficaces para evitar la propagación del SARS-CoV-2», dice la doctora Rizza.
«Agradecemos la colaboración de todos con estas medidas. Ya no hay gente que está en primera fila, sino que todos los habitantes del planeta estamos en primera fila. Toda persona en el planeta Tierra tiene la capacidad de detener la propagación del SARS-CoV-2 si sigue estas medidas, por lo que agradecemos a quienes lo hacen y les recomendamos continuar haciéndolo», concluye.
Para más información y toda la cobertura de la COVID-19, visite la Red Informativa de Mayo Clinic y mayoclinic.org.