El Papa Francisco asistió en silla de ruedas a la XXII Asamblea Plenaria de la Unión Internacional de Superiores Generales (UISG).
El pontífice de la Iglesia Católica enfrenta fuertes dolores en la rodilla derecha que le impiden caminar correctamente.
Ayudado por uno de sus asistentes, Francisco llegó hasta el aula Pablo VI del Vaticano entre las cámaras y periodistas de todo el mundo que se dieron cita.
Ante los asistentes, el Papa Francisco pidió perdón por no poder saludar a sus fieles en la audiencia general y aseguró que pronto pasará el problema en sus rodillas.
En un momento de la reunión el Papa Francisco intentó pararse de su asiento con la ayuda de dos personas, solo lo consiguió durante unos minutos.
Francisco, que en marzo inició su décimo año de pontificado, ha tenido en las últimas semanas que pedir disculpas a los fieles que asisten a las audiencias por dar la bendición “sentado”, debido a sus problemas en la rodilla derecha que le impiden estar de pie por mucho tiempo.
El miércoles, durante la audiencia general en la plaza de San Pedro, el papa estaba particularmente cansado y tuvieron que ayudarlo a caminar y a levantarse.
Francisco tiene problemas también crónicos de ciática, que le suelen causar dolores fuertes, y se sometió a una delicada operación de colon en julio de 2021.