Una voz clamaba en el desierto sin ser oída, era la de Lesly Portillo, esposa del general Julián Aristides González, quien denunciaba dos años después que su esposo había sido asesinado a balazos por elementos de la Policía el 8 de diciembre de 2009 en la capital Tegucigalpa.
El tiempo le dio la razón, pero tuvieron que pasar casi siete años, esta semana se conoció la existencia de un informe de Inteligencia Policial que supuestamente detalla la forma en la que la cúpula policial y mandos intermedios planificaron y ejecutaron el asesinato del alto funcionario a petición de un narcotraficante de Colón. Sin embargo, no se ha realizado ninguna captura.
El 7 de diciembre de 2011, Portillo de González, habló vía teléfono al foro televisivo Frente a Frente de la corporación Televicentro, donde cuestionó las nulas acciones del Ministerio Público, situación que no ha cambiado en nada. “Fueron los policías los que asesinaron a mi esposo”, dijo contundentemente Lesly, cuyas palabras fueron ignoradas.
El informe confidencial, al que tuvo acceso Esta revista nformativa, señala que en el crimen del general González participaron agentes de Tránsito que tenían la misión de dar vía en la ruta del entonces titular de la Dirección Nacional de Lucha contra el Narcotráfico (DLCN).
La mujer relató que se cumplían dos años del vil asesinato de su esposo. “En estos dos años, mi familia ha sufrido bastante, nos hemos desintegrado completamente: mi esposo en el cielo y mis hijos por seguridad fuera del país”.
“Yo, por mi trabajo y para poder sustentarlo, tengo que estar en el país. Soy víctima de continuas amenazas de personas que me llaman y que por más que cambie de número siempre investigan para mandarme mensajes para que entregue expedientes, USB y cualquier cantidad de documentos que supuestamente mi esposo dejó en mi casa”, explicó Portillo.
La esposa del fallecido general aseguró que detrás del crimen de su esposo está la Policía. “Se sabe y se está seguro que fueron los policías que mataron a mi esposo. La moto, inmediatamente después que hicieron eso -el crimen- fueron a encerrarla a Casa Mata”, sostuvo Portillo.
“Inmediatamente que sucedió lo de mi esposo, me llamaron en ese entonces el ministro y viceministro de Seguridad para preguntarme que si yo sabía algo, que si mi esposo me había comentado algo, y sobre quiénes estaban involucrados en el narcotráfico. Cuando yo les dije que yo no sabía absolutamente nada, porque no sé nada, continuaron preguntándome por vario tiempo y ya después que yo me alejé completamente porque no sabía nada”, explicó.
El 8 de diciembre de 2009, el general retirado de las Fuerzas Armadas viajaba en dirección al centro de la capital, cuando fue interceptado por sicarios a bordo de una motocicleta a inmediaciones del barrio El Guanacaste y atacado a tiros.