Trece norcoreanos empleados de un restaurante propiedad de Corea del Norte en el extranjero han huido en grupo y han pedido asilo en Corea del Sur, informó hoy el Gobierno de Seúl.
Doce mujeres y un hombre, todos ellos trabajadores de un establecimiento de comida norcoreana, han logrado llegar a Corea del Sur desde un tercer país, detalló el Ministerio surcoreano de Unificación, que no indicó de qué nación se trata. Seúl reveló hoy que los trece norcoreanos llegaron ayer a territorio surcoreano, pero las autoridades no han especificado ni la fecha en la que se produjo la huida ni el país en el que residían por motivos de seguridad y para evitar conflictos diplomáticos.
El Gobierno de Pyongyang posee algunos restaurantes de comida norcoreana en países como Bangladesh, Camboya, China, Myanmar o Vietnam, en un negocio que supone una importante fuente de ingresos y de divisas extranjeras para el régimen de Kim Jong-un.
En concreto, Seúl calcula que Corea del Norte posee alrededor de 130 restaurantes en 12 países que generan unos 10 millones de dólares (unos 8,7 millones de euros) anuales al régimen. El portavoz del ministerio de Unificación, Jeong Joon Hee, anunció durante una rueda de prensa que Corea del Sur ha aceptado la solicitudes de asilo por razones humanitarias.
Añadió que se trata del primer caso conocido de una deserción masiva de trabajadores, quienes normalmente huyen solos o por parejas ya que se encuentran muy vigilados, y a los que Corea del Norte presiona duramente para lograr que recauden dinero, recogió la agencia Yonhap.
“Han dicho que decidieron pedir asilo después de investigar sobre la vida en Corea del Sur a través de la televisión, las películas e internet, tras lo que se dieron cuenta de la naturaleza engañosa de la propaganda norcoreana”, dijo el portavoz.
El anuncio de Seúl, cuyas autoridades no suelen desvelar este tipo de peticiones de asilo, se produce en un momento de alta tensión en las relaciones con Corea del Norte. El Ejecutivo surcoreano pidió el pasado febrero a sus ciudadanos no acudir a los establecimientos operados por Corea del Norte en otros países como una medida para ahogar económicamente a Pyongyang.
El Consejo de Seguridad de la ONU, por su parte, impuso a Corea del Norte fuertes sanciones financieras y comerciales el pasado mes de marzo por la prueba nuclear y de un misil de largo alcance que realizó Pyongyang a principios de año, mientras que EEUU, Corea del Sur y Japón han tomado medidas punitivas adicionales de forma unilateral. Alrededor de 27.000 norcoreanos que reciben tratamiento de refugiados y asilados político se han instalado en Corea del Sur en las últimas seis décadas.