El nuevo deportivo súper ligero de Mercedes cautiva al instante por su diseño. Lujosamente equipado, sus asientos de napa incluyen opción de masaje.
Desde hace más de 60 años la serie SL enamora a los aficionados a los vehículos deportivos de todo el mundo. Y más todavía las nuevas versiones AMG. Mercedes cumple literalmente con el significado de la famosa sigla “SL” (Súper Ligero) y emplea una carrocería fabricada íntegramente en aluminio, que pesa unos 110 kilogramos menos que una de acero. Pero por motivos de seguridad, en los montante A se han integrado tubos de acero de alta resistencia. Para la cubierta situada detrás del depósito se utiliza magnesio, un material aún más liviano.
La tapa del maletero contribuye asimismo a reducir el peso del conjunto. Incorpora un marco interior de material compuesto de fibra de carbono, de ran ligereza. El resultado es una reducción en cinco kilogramos en comparación con la tapa de un maletero convencional.
Su techo retráctil puede activarse en marcha -hasta una velocidad de 40 km/h- en menos de 20 segundos. El paravientos eléctrico (opcional) se extiende y se recoge automáticamente. Descapotado y a la velocidad máxima permitida se puede mantener una conversación sin forzar la voz. Y la configuración del frontal es totalmente nueva, con parrilla del radiador que se ensancha hacia abajo y un spoiler en diseño A Wing. La elegante configuración de las luces y el completo equipamiento de serie refuerzan la impresión de calidad.
El motor V8 biturbo de 5,5 litros presente en el SL 63 desarrolla una potencia de 585 CV y destaca por su comportamiento sobresaliente y prestaciones estratosféricas. Técnicamente cuenta con un tren de rodaje deportivo basado en el control activo de la suspensión ABC, diferencial autoblocante en el eje trasero, ahora de serie, y cambio automático deportivo de siete velocidades Speedshift MCT AMG de respuesta aún más rápida, con cinco programas de conducciónAMG Dynamic Select.
El resultado son unas prestaciones extraordinarias, acelera de 0 a 100 km/h en 4,1 segundos. La velocidad máxima de 250 km/h (limitada electrónicamente) se incrementa incluso a 300 km/h con el paquete AMG Driver. Pisando fuerte el acelerador te quedas pegado al asiento. En combinación con la nueva dirección, el roadsters de AMG convence por su comportamiento ágil en curvas y una respuesta clara en el margen crítico de la conducción. El cambio deportivo de siete velocidades Speedshift MCT AMG destaca por su dinamismo.
Lujosamente equipado, incluye de serie asientos deportivos en napa con sujeción lateral optimizada, diseño específico del acolchado, función multicontorno y calefacción de asiento. El volante Performance de tres radios, forrado en napa de color negro y con sección inferior plana y levas para el cambio de aluminio plateado, ofrece al conductor del AMG SL seguridad y control gracias a su excelente agarre.
molduras en fibra de carbono y el reloj analógico en diseño IWC pone de manifiesto el carácter excepcional de este roadster de altas prestaciones. Opcionalmente, las molduras de aluminio claro con rectificado en efecto fibra de carbono permiten personalizar aún más este modelo. Y entre las exquisiteces, el Airscarf opcional (calefacción integrada en el reposacabezas) o función de masaje de los asientos.
De serie equipa el servofreno de emergencia activo, que advierte de la distancia basada en radar y realiza un frenado autónomo para reducir el peligro de colisiones por alcance. El módulo de comunicación permite el uso de los servicios “Mercedes me connect“. Entre ellos, la gestión de accidentes, averías y mantenimiento y telediagnóstico.