Jaqueline pensó que su médico se había confudido cuando en una ecografía de control del embarazo le dijo que uno de sus gemelos sufría microcefalia y el otro no. El misterio de estos (Laura y Lucas) y otros cinco pares de gemelos brasileños, podría ayudar en la investigación de los efectos del Zika en el útero.
Laura y Lucas son sólo uno de los pares de gemelos en los que sólo uno ha sufrido las secuelas del Zika que investigan en la Universidad de Sao Paulo para tratar de entender mejor cómo se comporta este virus cuando infecta a mujeres embarazadas.
Jaqueline tiene 25 años y confiesa a la agencia Reuters que el suelo se abrió bajo sus pies cuando sus ginecólogos le dijeron que uno de sus bebés estaba afectado por microcefalia. Ella había padecido el Zika en el primer trimestre. Lucas nació completamente sano el pasado mes de noviembre, pero su hermana Laura -visiblemente más pequeña a sus cinco meses- requiere cuidados neurológicos regularmente por un equipo especializado.
Esta madre brasileña -con dos hijos anteriores- sabe que la vida de su pequeña no va a ser fácil, pero asegura que nunca la abandonaría. Admite que nunca se preguntó porqué sólo uno de sus hijos ha desarrollado microcefalia, aunque colabora con un equipo de especialistas para tratar de explicar este misterio.
No es extraño que sólo uno de los dos hermanos gemelos desarrolle una enfermedad (como artritis, diabetes o cáncer) a lo largo de su vida. De hecho, la ciencia y la medicina han desarrollado enormes investigaciones para tratar de entender cómo el entorno y el ambiente interactúan con los genes individuales para explicar estas diferencias.
En el caso de la microcefalia, fue precisamente esta diferencia entre algunos gemelos lo que despertó las sospechas de los especialistas al norte del país el año pasado, cuando la epidemia de Zika comenzó a golpear el país. Precisamente este sábado 7 de mayo se cumple un año de la primera notificación oficial de Brasil a la OMS sobre la presencia de casos de Zika en su territorio (una enfermedad que nunca antes se había detectado en Latinoamérica).
“La importancia de estos gemelos es que pueden darnos importantes respuestas”, explica mayana Zatz, especialista de la Universidad de Sao Paulo que estudia a otras cuatro familias. “¿Cómo explicamos que uno de los hermanos no haya contraído el Zika? ¿Tienen algún gen que les protege? ¿Alguna diferencia en su genoma que hace que se infecten o no?”, plantea.
Zatz explica que una posibilidad es que la placenta de uno de los bebés sea permeable al paso del virus y la otra no. O bien que atraviese las dos placentas pero que las neuronas de uno de los hermanos sean más resistentes. “La tercera posibilidad que queremos investigar es que ciertos genes predisponen a la microcefalia y se ven alterados por la presencia del virus Zika”, explica. Se calcula que unos 15 genes están implicados en este desarrollo anómalo del perímetro craneal.