Las clases y actividades administrativas en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) continúan paralizadas hoy por la toma de edificios por parte de estudiantes que exigen la derogación de normas académicas, pese a una nueva propuesta de diálogo de las autoridades de la institución.
El paro afecta a los centros de la UNAH de Tegucigalpa y San Pedro Sula, las dos ciudades más importantes del país, donde las manifestaciones están por cumplir un mes.
Los estudiantes también exigen que se suspendan las acciones judiciales contra unos 75 alumnos a nivel nacional acusados por el Ministerio Público de “usurpación de bienes”, y la creación de una junta mediadora para sentarse a dialogar con las autoridades de la UNAH.
El miércoles por la noche la rectora de la UNAH, Julieta Castellanos, convocó a los diferentes movimientos de estudiantes de Tegucigalpa y San Pedro Sula a un diálogo, el segundo desde junio pasado, para buscar una solución a la crisis, que ya afecta a miles de estudiantes que han perdido el segundo período académico.
La invitación “a un diálogo incluyente y participativo” fue rechazado hoy por un movimiento de estudiantes del centro regional de la UNAH en San Pedro Sula, mientras que una portavoz de los manifestantes de Tegucigalpa indicó a periodistas que analizarán la propuesta y que quizá por la tarde tengan una respuesta.
La propuesta de la UNAH tiene como objetivo “acercar las posiciones entre estudiantes y autoridades universitarias, con una instancia facilitadora mutuamente aceptable”.
Los puntos iniciales de la propuesta de la UNAH para aceptar el diálogo son los “casos de estudiantes requeridos y judicializados” y “elecciones y representación estudiantil”. “Esta primera propuesta no es limitante para que en el marco del mismo diálogo construyamos una agenda que incorpore puntos que ambas partes consensuemos”, subraya la iniciativa de la rectoría.
Añade que “para avanzar en el diálogo sobre los puntos mencionados, los sectores estudiantiles deben asumir un compromiso expreso y permanente de cesar acciones que interrumpan la actividad académica en cualquiera de los recintos universitarios”.
En el caso de los estudiantes de San Pedro Sula, su posición de hoy es que primero se debe suspender las acciones judiciales contra los alumnos que tienen acusación judicial en los tribunales de justicia.
Las autoridades universitarias han advertido que si los estudiantes continúan con la toma de edificios impidiendo que haya clases, más alumnos de otras facultades estarían perdiendo el segundo período académico, que debería concluir en septiembre.
Además, esperan que en el transcurso del día haya una respuesta favorable de los estudiantes para iniciar el diálogo, por lo que abogan diversos sectores sociales del país.
Los titulares de los poderes Ejecutivo y Legislativo han dicho hasta ahora que no intervendrán en el caso de la UNAH porque respetan su autonomía y también se han pronunciado por una pronta solución a la crisis. La UNAH tiene a nivel nacional una población de unos 90.000 estudiantes.