El gorila Bantú, de casi 25 años y que era uno de los principales atractivos del zoológico de Chapultepec, en la Ciudad de México, falleció por una complicación cardíaca mientras estaba sedado para ser trasladado a otro zoo, informó el jueves 7 de julio el gobierno local.
La noche del miércoles, estando sedado, “Bantú sufrió un paro cardiorrespiratorio, lo cual fue confirmado de manera preliminar por la necropsia”, indicó en un comunicado la Secretaría del Medio Ambiente de la capital mexicana, asegurando que se siguieron todos los protocolos médicos y veterinarios internacionales.
De hecho, aunque el gorila fue atendido por unos 20 médicos y técnicos especializados de los zoológicos de Chapultepec y Guadalajara (Jalisco, oeste), que trataron de reanimarlo por más de media hora, no pudieron hacer nada por el primate.
Horas después, el director del Zoológico de Chapultepec, Juan Rivera, dijo a Milenio Televisión que Bantú falleció luego de que se le revirtió “con otros fármacos” la anestesia, para despertarlo.
NIEGAN NEGLIGENCIA
Luego de que Bantú, el único gorila macho que habitaba en todo el país mexicano, perdiera la vida durante un traslado para su apareamiento en Puebla, la autoridad de Medio Ambiente en la Ciudad de México sostuvo que el ejemplar, viajaba acompañado de una comisión de más de 20 médicos, sin embargo, estos no pudieron salvarlo.
Entrevistada por Jorge Berry para Grupo Imagen Multimedia, la titular de Medio Ambiente de la Ciudad de México, Tanya Müller, descartó que el deceso se presentara por algún tipo de negligencia médica, ya que incluso se tomaron todas las previsiones necesarias que establece el protocolo de manejo y traslado del ejemplar.