El nuevo brote de violencia que ha estallado en la capital sursudanesa, Yuba, ha forzado la huida de alrededor de 10 mil personas, indicó hoy la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA) en Sudán del Sur.
En un breve mensaje en su cuenta de Twitter, la OCHA subrayó que se necesita ayuda humanitaria para los desplazados por la nueva erupción de violencia.
Las tropas leales al presidente sursudanés, Salva Kiir, y al vicepresidente y líder de la oposición, Riek Machar, han protagonizado enfrentamientos esporádicos desde el pasado jueves en los que casi 300 personas han perdido la vida y han provocado la huida de miles de personas.
Numerosas instituciones internacionales han instado sin éxito a ambas partes para que cese la violencia y para que retomen la vía del diálogo.
El Gobierno del presidente, Salva Kiir y la oposición armada liderada por Machar alcanzaron un acuerdo de paz en agosto de 2015 y formaron un Ejecutivo de unidad nacional el pasado abril.
El pacto prevé que las fuerzas leales a los dos dirigentes políticos se integren en el Ejército sursudanés.
El conflicto entre ambos estalló en diciembre de 2013, cuando Kiir, de la etnia dinka, denunció un supuesto intento de golpe de Estado encabezado por su vicepresidente Machar, de los nuer.
Desde la independencia de Sudán, que ayer cumplió cinco años, Sudán del Sur ha vivido una situación política y de seguridad de inestabilidad, que se vio exacerbada con el inicio del conflicto interno en 2013.