Theresa May inició ayer su camimo como primera ministra de Reino Unido sometida a la presión de Europa, que exige un Brexit rápido, y a las críticas por algunos nombramientos en su nuevo gabinete, incluido el del polémico Boris Johnson como ministro de Exteriores.
Investida jefa de gobierno el miércoles, menos de tres semanas después del voto británico en favor de la salida de Reino Unido de la Unión Europea, la conservadora se comprometió a “llevar a cabo el desafío” del Brexit, prometiendo al mismo tiempo “justicia social”.
La canciller de Alemania, Angela Merkel, invitó a su país a la nueva primera ministra de Reino Unido, Theresa May, según reveló la líder alemana durante su visita oficial a Biskek, capital de la república centroasiática de Kirguizistán.
“La he llamado ayer, la felicité (con su nombramiento para el cargo de primera ministra) y la invité a visitar Alemania cuando tenga tiempo”, dijo Merkel al responder preguntas de los periodistas.
Al mismo tiempo, la canciller alemana declinó hacer una valoración sobre el nombramiento del exalcalde de Londres, Boris Johnson, para el cargo de ministro de Asuntos Exteriores de Reino
