El principal reto de Honduras ante la elección de los nuevos 15 magistrados que integrarán la Corte Suprema de Justicia, prevista para el lunes, estará en lograr una mayor independencia de ese poder del Estado.
Así lo señaló hoy el analista hondureño Raúl Pineda, quien dijo a Efe que el desafío de Honduras es “procurar que la justicia sea independiente, no solo de las fracciones políticas, sino también de la estructura de las Fuerzas Armadas y la Policía”. Los nuevos magistrados deben actuar “en función de los intereses de la nación y los principios de la equidad y la justicia”, subrayó Pineda.
De una nómina de 45 candidatos, propuesta por una junta externa, el Parlamento de Honduras elegirá el próximo lunes a los nuevos 15 magistrados que integrarán el Tribunal Supremo por siete años, para lo que se requiere el voto de al menos 86 de los 128 miembros del Legislativo.
Para Pineda, el otro reto que enfrenta Honduras es “desmilitarizar la justicia, ya que muchos tribunales operan en unidades militares”, lo que, en su opinión, es “incorrecto”. En Honduras hay “prisiones que funcionan en unidades militares, fiscales que se visten de militares y se ponen pasamontañas para hacer su trabajo”, enfatizó el analista.
Diversos sectores de Honduras exigen al Congreso Nacional absoluta transparencia en la elección de los nuevos magistrados del Tribunal Supremo, poder del Estado en el que muchos hondureños no creen por la corrupción que ha salpicado a jueces y magistrados desde hace varios lustros.
La elección de los magistrados se da luego de que esta semana el Gobierno hondureño y la Organización de Estados Americanos (OEA) firmaran en Washington una misión contra la corrupción y la impunidad, el primer convenio de este tipo del organismo con un país miembro.