Decir Fidel en Cuba es decir Fidel Castro. El próximo sábado 13 de agosto cumplirá 90 años. Una fecha imposible de olvidar. En todo lo que va del año, la mayoría de los actos, sean políticos o lúdicos, se organizan para homenajear al hombre que gobernó la isla desde 1959 hasta su retiro en el 2008.
Mientras estuvo al mando, su rostro apenas ocupaba la iconografía pública. Pero desde que sus dolencias forzaron su jubilación a medias –quedó como referente y “soldado de las ideas”–, los carteles con su clásico uniforme verde olivo y barba, cada vez más blanca y escasa, salpicaron las calles del país. A veces solo y otras junto a su hermano y sucesor, Raúl Castro.
Quienes viven en la isla y solo tienen acceso a la televisión abierta y oficial no pueden escapar a la propaganda. ‘Por el cumpleaños 90 de Fidel’, ‘90 en sus 90’, se titula otra, y así sucesivamente. Al inicio del verano abrió en la capital, dentro del concurrido espacio Arte en la Rampa, la exposición ‘Sigo y seguiré siendo, como prometí, un soldado de las ideas mientras piense o respire’, que muestra un Fidel Castro joven, maduro y anciano.
También en Bolivia, Ecuador y Venezuela han organizado homenajes por la fecha. No hay actividad cultural, presentación de libros, exposiciones con fotografías inéditas, actuación de trovadores, orquestas bailables que no estén dedicadas al nonagenario cumpleañero.
Fidel Alejandro Castro Ruz nació en Birán, Holguín, el 13 de agosto de 1926. Tenía siete años la primera vez que vio el mar en Santiago de Cuba, donde estudió. Allí empuñó fusiles para el fallido asalto al Cuartel Moncada, el 26 de julio de 1953, considerado el inicio de la revolución que arrancaría en 1958 desde la Sierra Maestra contra Fulgencio Batista.
En poco más de un año, los ‘barbudos’ tomaron la isla. El primero de enero de 1959, el dictador huyó. La caravana de rebeldes victoriosos, con Fidel Castro a la cabeza, entraban el 8 de enero en La Habana.
Durante casi 50 años, el ‘Comandante’ plantó cara a Estados Unidos, impulsó el ‘socialismo tropical’, cuyos pilares son educación, salud, deporte, cultura y ciencia, “un paradigma de país subdesarrollado con avances comparables con los países europeos”, nos dice un observador. El punto más débil es el económico, cuya reforma avanza Raúl Castro.
Con una resistencia numantina, el líder histórico del que se dice ha sobrevivido a más de 600 atentados organizados o con el visto bueno de la Casa Blanca convirtió a Cuba en referente de la izquierda internacional. Ni siquiera sus adversarios niegan que es el estadista superviviente de los sucesos más trascendentes de los siglos XX y XXI. Suscita amor y odio con la misma pasión.
Quienes lo han visto de cerca, aunque no compartan su ideología y convencimiento de que se puede alcanzar más justicia y paz en el mundo, se quedan perplejos.
Robert McNamara, secretario de Defensa de EE. UU. de los presidentes John F. Kennedy y Lyndon B. Johnson, consideró a Fidel Castro como el personaje más peligroso durante la Crisis de los Misiles. En el 2002, con ocasión de una conferencia por el 40.º aniversario de ese peligroso momento mundial, celebrada en La Habana, el estadounidense se despidió con un “nos vemos en el cielo”, a lo que Castro corrigió con sentido del humor: “No, nos vemos en el infierno”.
Una constante en su vida es la búsqueda insaciable del conocimiento, por la que no respetó horarios de sueño. Eso le pasó factura en el 2006.
Quienes lo encasillaron como líder político, hombre osco, insensible y dogmático que moriría con las botas puestas, lo ven con otros ojos tras su renuncia, en el 2008, a la presidencia del Consejo de Estado y Ministros. Hace años cambió el calzado militar y el uniforme por zapatillas y ropa deportiva.
Personalidades como Nelson Mandela, Gabriel García Márquez, Jack Lemon, Alice Walker, Kevin Costner o Hugo Chávez lo han venerado. Desde su retiro voluntario recibe a quien le apetece. Uno de los últimos fue el papa Francisco y el presidente francés François Hollande.
Sus causas no caen en saco roto. Por su obcecada convicción de que el mundo puede ser mejor, impulsó el internacionalismo en África, Asia y América Latina.
Su interés por todos los temas vinculados al pensamiento humano, y su profundo accionar en lo que cree para las mayorías, contagia a quienes se encuentran cerca de él o lean sus discursos, antaño de más de cinco horas en promedio. Fue pionero en advertir de los daños que el hombre causaba al medioambiente.
Ya retirado de sus cargos, solo mantiene el de diputado por Santiago de Cuba y se enfrascó en el estudio de la moringa. Tocado de un sombrero de paja suele pasear, cada vez con mayor dificultad pues los años no perdonan, por la plantación de arbustos cuyos grandes beneficios nutritivos podrían, asegura, revertir el hambre del mundo.
Mientras llega el momento de su despedida definitiva, que anticipó este julio en la Asamblea Nacional, vive cuidado por su mujer Dalia Soto del Valle, madre de cinco de sus siete hijos y visible después de décadas de ‘semiclandestinidad’. Los nietos también hacen ruido alrededor del nada tradicional abuelo.
Diez hitos en la vida de Castro
1. Primeros años
Nace el 13 de agosto de 1926 en la población de Birán, provincia de Holguín, en el hogar de Ángel Castro Arguiz y Lina Ruz González.
2. En el Bogotazo
En 1948, como delegado estudiantil, asiste a la Conferencia Interamericana en Bogotá. El 9 de abril se iba a reunir con Gaitán.
3. Contra dictadura
En 1952, Castro denuncia en tribunales a la dictadura de Fulgencio Batista por violación de la constitución. La denuncia fue denegada.
4. Asalto al Moncada
El 26 de junio de 1953, Fidel lideró el asalto al cuartel de las Fuerzas Armadas en Moncada. Fue detenido y luego amnistiado.
5. Golpe a Batista
Castro, al mando de un grupo de guerrilleros junto a Ernesto ‘Che’ Guevara, derroca a Fulgencio Batista el primero de enero de 1959.
6. Bahía de Cochinos
Exiliados cubanos entrenados por EE. UU. toman Bahía de Cochinos el 17 de abril de 1961. Las tropas reaccionan derrotando a los invasores.
7. Crisis de misiles
En octubre de 1962, el mundo estuvo a punto de una guerra nuclear por la intención soviética de emplazar misiles en la isla. Tensión máxima.
8. Periodo especial
Tras la caída del bloque soviético (1991), la economía entró en ‘periodo especial’, decretado para hacerle frente a una grave crisis.
9. El retiro
En 2008, Fidel anunció que dejaría el poder de forma permanente. Su hermano Raúl ya venía tomando su lugar por enfermedad.
10. Actualidad
El líder cubano se deja ver cada vez menos. Si lo hace es para recibir la visita de dignatarios que llegan a la isla.