Tegucigalpa. – A 100 días de instalada la Comisión Especial para la Depuración y Transformación de la Policía Nacional, sus miembros presentaron al presidente Juan Orlando Hernández un informe sobre los avances y tropiezos que se han presentado para lograr el objetivo de contar con un cuerpo policial confiable para la mayoría de la ciudadanía hondureña.
El mandatario agradeció y destacó la valentía de los comisionados que aceptaron el difícil reto de intervenir con honestidad y profesionalismo para ir limpiando a los malos elementos de ese cuerpo de seguridad.
“Probablemente a algunos policías que ya salieron y otros que todavía están, no les guste escuchar esto, pero es parte de la realidad: el país no podía seguir con la desconfianza de su pueblo ante una Policía que no llenaba sus expectativas”, expresó el gobernante.
Agregó que el reconocimiento a la participación de los comisionados en la depuración radica en que, si éstos no hubieran aceptado el desafío, “probablemente hoy estarían diciendo algunos de los policías que han salido por cualquier razón que era persecución”.
Hernández remarcó que la depuración por primera vez se inició de la cúpula hacia abajo “porque el que está arriba es el que tiene que dar el ejemplo”, subrayó.
“El camino que se ha transitado no se había recorrido antes, ni en distancia, ni en resultados concretos; en términos de lo que ahora empieza a sentir el policía que está dentro, se siente diferente”, añadió.
Explicó además que el informe que la comisión presentará en los próximos días al pleno del Congreso Nacional representa una visión de conjunto, porque es importante que la población sepa hacia dónde va la institución policial a mediano y largo plazo.
El objetivo es lograr “una Policía con estándares internacionales, que debe estar sometida a constantes pruebas de confianza, una Policía que debe contar con apoyo logístico del mejor nivel posible, que debe estar fortalecida en la investigación criminal, una Policía en donde su personal sienta que tiene una remuneración especial de parte del Estado”, expuso el titular del Poder Ejecutivo.
Lo anterior pasa por la inversión que el Estado ha realizado en equipo, en instalaciones, en formación y educación del personal de la institución, acotó.
Asimismo, manifestó que la nueva Policía deberá ser polifacética, muy cercana al ciudadano, que interactúe con la población, con los niños, con los adultos mayores, en parques, en las calles, hasta el otro extremo, como lo es el combate de una célula terrorista.
Sin retroceso
La nueva Policía Nacional debe obedecer a una planificación de mediano y largo plazo, con la cual se pueda tener un crecimiento de hasta no menos de 26,000 agentes y oficiales para poder tener la certificación en relación al número de habitantes que tiene el país.
“Lo anterior requiere presupuesto y eso es importante que el Congreso Nacional lo sepa, porque no hay que seguir viendo a corto plazo, Honduras no puede darse el lujo de seguir con esa visión cortoplacista, pero hay que seguir con disciplina ese proceso”, manifestó el gobernante.
“Ya llegamos a la mitad del río; como decimos en mi pueblo, no es aceptable retroceder ni siquiera para ver hacia atrás. Hay que salir al otro lado, y eso se logrará cuando la ciudadanía recupere la confianza en su Policía; esa es la mejor certificación, para eso tendremos que seguir sacando a los que se van por el camino malo”, puntualizó.
Ejemplificó que los resultados obtenidos por operativos como la Operación Trueno, ejecutada este miércoles, tiene que ver por la confianza que ha sentido la población para denunciar, lo que antes no ocurría.
“La efectividad de los operadores de justicia cada vez es mayor; venimos de 85 muertes por cada 100 mil habitantes. Que no se nos olvide por qué llegamos allí, eso tiene nombre y apellido, tiene números, tiene responsables directos”, cuestionó.
El presidente hondureño recomendó a la población que aprenda a identificar quiénes apoyan estos procesos y quiénes no lo hacen, porque el país debe visualizarse cómo se verá dentro de al menos 20 años, porque no sólo se trata de estar depurando, sino de cómo se llegará a contar con una Policía altamente profesional y, sobre todo, con la confianza de su pueblo, acotó el gobernante.
De la cúpula hacia abajo
Por su parte, uno de los miembros de la Comisión de Depuración, Omar Rivera, explicó que el informe presentado al presidente Hernández destaca el proceso de evaluación de la cúpula hacia abajo, garantizando que los que queden en el cuerpo armado sean únicamente aquellos oficiales que se adapten a la nueva estructura aprobada por la Secretaría de Seguridad.
De igual manera se informó al gobernante sobre la preparación de los expedientes que serán remitidos al Ministerio Público (MP), sobre casos de supuestos delitos por miembros de la institución policial.
También se notificó sobre el diseño de un mecanismo interinstitucional para el seguimiento de los policías cancelados, donde se involucran entidades vinculadas a la inteligencia del Estado, entre otros puntos relevantes.
Rivera dijo que el informe presentado al titular del Ejecutivo es el principal insumo para el informe que será exteriorizado en los próximos días ante el Poder Legislativo.
Entre tanto, Vilma Morales, también integrante de la Comisión de Depuración, destacó las reformas que se pretenden hacer al anteproyecto de la nueva Ley Orgánica de la Policía, especialmente en los aspectos que tienen que ver con la definición que tendrán los roles hacia el futuro de la Secretaría de Seguridad y la propia Dirección General de la institución.