viernes, noviembre 22, 2024

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¿Qué pasaría si Hillary Clinton no se recupera?

La contienda presidencial en Estados Unidos vive un momento de incertidumbre tras el anuncio de que la candidata demócrata, Hillary Clinton, sufre neumonía.

Pese a que el equipo de Clinton ha negado cualquier otro problema, el estado de salud de los aspirantes es un tema que ha cobrado interés entre la ciudadanía y la clase política.

Puedo asegurar que no hay otro problema médico que no haya sido divulgado. La neumonía es todo lo que tiene”, aseguró este lunes Brian Fallon, un vocero de la campaña de la ex secretaria de Estado.

A su vez, el rival de Clinton, Donald Trump, anunció esta mañana que pronto divulgará los resultados de un chequeo médico que acaba de realizarse.

Pero qué pasaría si Clinton no logra reponerse de su afección y su salud se convierte en un factor que amenace su carrera política.

Algunos medios de comunicación aseguran que el Partido Demócrata podría convocar a una reunión de emergencia para evaluar la posibilidad de un sustituto.

ESCENARIO

  • La candidata presidencial demócrata sólo puede ser reemplazada en caso que decida renunciar.
  • De acuerdo con las reglas del Pardito Demócrata, el comité nacional sería el encargado de elegir al nuevo aspirante.
  • Los líderes partidistas celebrarían una votación especial en la que el ganador resultaría de quien obtenga la mayoría de sufragios.
  • En caso de que la ex primera dama dimita, el vicepresidente Joe Biden y el senador Bernie Sanders podrían figurar para la vacante.
  • El compañero de fórmula de Clinton, Tim Kaine, candidato a la vicepresidencia, no tendría consideración especial y permanecería en su designación en caso de que alguien más resulte elegido.

‘RADIOGRAFÍA’ DE CLINTON

El estado de salud de la candidata demócrata cobró interés público en 2012, cuando su equipo reveló que la entonces secretaria de Estado había sido operada de un coágulo de sangre en la cabeza debido a una caída.

Los médicos descartaron cualquier tipo de daño neurológico y se mostraron confiados de una plena recuperación.

Poco después, Clinton renunció a su puesto, aunque meses atrás había anticipado que no optaría a un segundo periodo en el cargo. En 2009, tropezó en las oficinas del Departamento de Estado y se fracturó el codo derecho. La herida obligó a una operación que resultó exitosa.

En julio de 2015, durante el proceso de elecciones primarias, su doctor personal difundió a través de una carta que Clinton tenía una salud excelente y que estaba capacitada para servir al frente de la Casa Blanca.

El parte médico también informó que padecía de hipertiroidismo y alergias de temporada al polen.

Sin embargo, y tras el desmayo de este domingo durante el homenaje a las víctimas de los atentados del 11 de septiembre en Nueva York, la salud de Clinton volvió a la escena pública.

La semana pasada, la candidata sufrió un ataque de tos mientras pronunciaba un discurso en Cleveland y su voz se escuchó como susurro varias veces. Clinton salió al paso de los rumores diciendo que salud es buena y que se trataban de ‘teorías conspirativas’.

ANTECEDENTES

Las especulaciones sobre la salud de los candidatos presidenciales no es algo nuevo en Estados Unidos.

Durante su campaña a la reelección, el presidente Franklin D. Roosvelt estuvo bajo la lupa a raíz de comentarios que aseguraban que estaba enfermo. Su equipo logró contener los rumores pero un año después el mandatario falleció a causa de un paro cardiaco.

Desde entonces, Ronald Reagan, Bob Dole y el senador John McCain han enfrentado cuestionamientos sobre su salud tras ser nominados como candidatos del Partido Republicano.

McCain incluso mostró a la prensa más de mil páginas de sus registros médicos para acallar las habladurías sobre un supuesto cáncer.

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