El jugador de tenis de mesa Ibrahim Hamadtou es el ejemplo más claro de que cuando tienes talento no hay nada que te detenga. Para este héroe del deporte no existen impedimentos pese a haber perdido los dos brazos en un accidente de tren cuando apenas tenía diez años. Ahora, en los Juegos de Río de Janeiro da lecciones de vida y asombra al mundo con su particular técnica a la hora de jugar.
Padre de tres y nacido en la ciudad puerto de Damietta, su lema es “nunca desistas en la vida”. Siguiendo esa máxima decidió jugar al tenis de mesa pese a las dificultades físicas que se lo impedían. Su técnica es peculiar. Para sacar sujeta la pelota con los dedos de los pies y la lanza con fuerza hacia arriba. Tras ello golpea la bola con la pala colocada en la boca.
Lo que para otros resultaría imposible, para él fue una solución tras muchas probaturas. Hamadtou ha explicado que en un comienzo intentó utilizar la raqueta bajo el brazo “y otras técnicas que no dieron resultado”, por lo que decidió probar con el método que finalmente ha sido idóneo.
Tras el accidente, Hamadtou estuvo tres años sin salir de casa. Fue el deporte el que le devolvió la ilusión. “Me llevó tres años aprender”, asegura. “En ese momento su vida cambió por completo. Incluso fue de nuevo a la escuela”, cuenta con orgullo su entrenador.
En su país, Hamadtou se convirtió en una estrella con un vídeo de sus hazañas que ha sido reproducido más de 2,3 millones de veces. El Channel 4 británico ha realizado un pequeño vídeo documental sobre él que titula ‘Sí, yo puedo’ y que ya alcanza los seis millones de visitas en Youtube.
A pesar de que ha perdido sus primeros partidos contra el número cuatro del mundo, el británico David Wetherill, y el alemán Thomas Rau, asegura que la experiencia ha merecido la pena. Este miércoles se enfrenta a la República Checa (15:00 hora peninsular española) y si vence se cruzará con España.