Querían hacer una boda por todo lo alto y, sin duda, lo consiguieron. Llegaron en helicóptero a la iglesia, con un pequeño Rototech que aterrizó justo detrás del templo, en pleno centro histórico de Nicotera, un pueblo del sur de Italia, en la provincia de Vibo Valentia, en la región de Calabria.
La única pega es que no disponían de permiso alguno, según aseguran fuentes municipales. Sin embargo, el tráfico fue cerrado a los vehículos en el centro del municipio durante tres horas y, para ello, se usaron vallas del Ayuntamiento.
Quien se casaba no era cualquiera: Antonio Gallone -conocido con el sobrenombre de ‘Nono’-, con antecedentes penales y familiar de los Mancuso, el clan de la ‘Ndrangheta, la mafia calabresa que controla el territorio. La Fiscalía de la provincia de Vibo Valentia ha abierto una investigación al considerar que el incidente sobrepasa el castaño oscuro.
Los novios no sólo aterrizaron y despegaron con total impunidad en medio del municipio. También difundieron sin reparo las instantáneas de su original llegada al pueblo. Las fotografías han dado la vuelta a Italia: han aparecido en todos los medios de comunicación nacionales.
El alcalde de Nicotera, Franco Pagano, ha declarado desconocer por completo que el helicóptero fuera a aterrizar en medio del pueblo. El director de la Oficina Técnica, Carmelo Giampa, y el responsable de la Policía de Tráfico, Gregorio Milidoni, también han asegurado no saber nada, según explicaron a los carabinieri de la localidad vecina de Tropea.
“El Ayuntamiento de Nicotera no ha emitido ninguna autorización para operaciones de vuelo sobre su territorio, ni de aterrizaje en el centro habitado”, han afirmado fuentes municipales. Aun así, han reconocido que recibieron una petición para que una aeronave pudiera tomar tierra en el estadio de deportes.
En cambio, la compañía que proporcionó el helicóptero asegura que disponía de todas las credenciales para poder aterrizar en el centro histórico de Nicotera. Y que por eso lo hizo. Nicotera es un pueblo de unos 6.500 habitantes, cuyo consistorio ha sido disuelto en dos ocasiones en la última década por infiltración mafiosa.