El británico Andy Murray, que este domingo se proclamó campeón del Abierto de China, destacó que había jugado “realmente bien” en la final que disputó contra el búlgaro Grigor Dimitrov a pesar del frío (6 ºC) que hizo en Pekín.
“Jugué realmente bien”, aseguró en rueda de prensa Murray, primer favorito del torneo y número dos del mundo, que se impuso por 6-4 y 7-6(2).
“Hacía mucho frío. Lo comprobamos después y vimos que estábamos a 6º C. No jugarás muchas veces en esas condiciones, no es una condición en la que estemos acostumbrados a jugar”, explicó el tenista escocés.
Su rival en la final también se quejó de las bajas temperaturas y lamentó que, al haber jugado sus anteriores partidos han cubierto por la lluvia, le perjudicó la falta de adaptación.
“Las condiciones eran las mismas hoy, hacía bastante frío y creo que no tuve suficiente tiempo para adaptarme, porque los últimos dos partidos había jugado a cubierto”, indicó Dimitrov.
No obstante, el búlgaro no se excusó en la meteorología para justificar su derrota y reconoció que Murray había sido superior.
“Andy (Murray) está siendo el mejor este año”, afirmó Dimitrov. “Tiene mucha confianza, siempre sabe cómo moverse. Todo el crédito es para él, he jugado suficientemente bien para tener peloteos con él, sobre todo en el segundo set, pero, si hubiéramos ido al tercero, no estoy seguro de que hubiera hecho las cosas de forma muy diferente”, abundó el búlgaro.
Preguntado por las claves de su victoria, Murray dijo que, a pesar de que sus porcentajes de primeros saques fueron inferiores a lo que le habría gustado, tuvo en los segundos servicios su mejor arma en la final.
“Mi segundo servicio fue probablemente mi mejor parte del juego hoy”, destacó el británico. “Quería variar en mi servicio, no servir sólo a un punto y creo que lo hice bastante bien esta noche”, insistió Murray.