La actriz británica Kate Beckinsale promocionó ayer en Moscú la quinta entrega de la saga Underworld, en la que vuelve a interpretar a una vampira enfrentada a los licántropos.
Beckinsale desafió las bajas temperaturas reinantes en la capital rusa al posar en minifalda en el ático de un céntrico hotel moscovita con la Plaza Roja y con el Kremlin al fondo.
Como curiosidad, la británica de 43 años posó pacientemente para los fotógrafos con unos tacones de vértigo junto a un lobo tallado en hielo.
En Underworld: Blood Wars la actriz vuelve a vestirse de Selene, la fría cazadora de hombres lobo que le acompaña desde 2003 y que en la anterior película (2012) descubre que tiene una hija.
En esta ocasión, Beckinsale, inseparable de su traje de cuero negro ajustado durante todo el filme, deberá enfrentarse tanto a los licántropos como a su propio clan, que le traiciona.
Rusia es uno de los primeros países del mundo en estrenar la cinta, que no llegará a otros mercados hasta finales de diciembre o principios de enero.
La película, cuyas tres primeras entregas fueron dirigidas por Len Wiseman, su ex marido, ha sido realizada en esta ocasión por Anna Foerster, hasta ahora prestigiosa directora de fotografía a las órdenes de Roland Emmerich.
La saga, la única incursión de Beckinsale en el cine de acción, ha tenido un gran éxito de público, aunque no tanto de crítica.
