La tensión política en Brasil se mantiene. Geddel Vieira Lima, uno de los colaboradores más cercanos del presidente de Brasil, Michel Temer, renunció al Ministerio de la Secretaría de Gobierno, luego de que se le acusó de presionar al ex ministro de Cultura, Marcelo Calero para que aprobara un proyecto inmobiliario, inquietando a los inversores por la posibilidad de una nueva crisis política en la mayor economía de Latinoamérica.
En su momento, Calero declaró sobre el asunto a la Policía Federal y aseguró que sintió la misma presión de Temer y del ministro de la Presidencia, Eliseu Padilha, con quienes también trató el tema.
Ante ello, el Partido de los Trabajadores (PT) confirmó a Efe que ha iniciado consultas de cara a un posible pedido de destitución contra el presidente de Brasil, por su supuesta responsabilidad en el delito de tráfico de influencias.
“La renuncia del ministro Vieira Lima confirma toda la gravedad de las acusaciones que pudieran implicar al presidente”, dijo el diputado Afonso Florence, jefe en la Cámara Baja del PT, al que pertenece la ex mandataria Dilma Rousseff, destituida en agosto pasado y sustituida por Temer.
Movimiento clave
“Es obvio que la renuncia de Vieira Lima es un movimiento del gobierno de Temer para estancar la sangría y contener el desgaste, pero confirma que el asunto es muy grave y que va más allá” del ahora ex ministro, consideró el diputado del PT.
La prensa local informó ayer que, incluso, existe un audio de la conversación que Calero tuvo con Temer, el cual podría comprometer al propio mandatario.