En su mensaje anual por la Jornada de las Comunicaciones, el Papa urgió hoy a los medios “romper el círculo vicioso de la angustia” y “frenar la espiral del miedo”, fruto de la costumbre de centrarse en las malas noticias.
Comunicar esperanza y confianza en nuestros tiempos” es el título del texto preparado por Francisco y difundido este día por el Vaticano en ocho idiomas: italiano, español, inglés, francés, alemán, portugués, polaco y árabe.
Quisiera exhortar a todos a una comunicación constructiva que, rechazando los prejuicios contra los demás, fomente una cultura del encuentro que ayude a mirar la realidad con auténtica confianza”, escribió.
Francisco instó a no permitir que las guerras, el terrorismo, los escándalos y cualquier tipo de frustración en el acontecer humano alimenten el desánimo en la población.
Pero aclaró que no se trata de favorecer una desinformación en la que se ignore el drama del sufrimiento, ni de caer en un “optimismo ingenuo” que no se deja afectar por el escándalo del mal.
Sostuvo que en un sistema comunicativo donde reina la lógica, según la cual para que una noticia sea buena debe causar un impacto, y donde fácilmente se hace espectáculo del drama del dolor y del misterio del mal, se puede caer en la tentación de adormecer la propia conciencia o de caer en la desesperación.
Quisiera, por el contrario, que todos tratemos de superar ese sentimiento de disgusto y de resignación que con frecuencia se apodera de nosotros, arrojándonos en la apatía, generando miedos o dándonos la impresión de que no se puede frenar el mal”, indicó.
Por ello, el Papa se manifestó interesado en contribuir a la búsqueda de un estilo comunicativo abierto y creativo, que no dé todo el protagonismo al mal, sino que trate de mostrar las posibles soluciones, favoreciendo una actitud activa y responsable en las personas a las cuales va dirigida la noticia.
Invitó a todos a ofrecer a los hombres y a las mujeres de nuestro tiempo narraciones marcadas por la lógica de la buena noticia”, apuntó.