By: Eddy Sarmiento
San Pedro Sula
En una solemne ceremonia el reverendísimo Monseñor Romulo Emiliani fue honrado por el gobierno italiano con uno de sus más grandes galardones: “La Orden de la Estrella de Italia” (Ordine Della Stella D´italia).
El evento se realizó en el Salón Palestina del Club Hondureño Árabe, con la presencia del excelentísimo embajador de Italia para Honduras y Guatemala, Doctor Frabizio Pignatelli, don Ricardo Bizarri ,Cónsul de Italia en esta ciudad, y del representante consular Don Maurizio Chiovelli, a este evento se apersonaron destacadas personalidades de la sociedad sampedrana, miembros de la colonia italiana residente en Honduras, gobierno central, cuerpo consular sampedrano, así como cúpula empresarial y militar de San Pedro Sula.
La gala fue amenizada por el grupo “Escalas y movimientos” que dirigen los maestros, Nelson Chichilla y Alfonso Flores que dejaron un grato sabor entre los asistentes. Luego se contó con la participación de los jóvenes de la Orquesta de la Escuela Victoriano López que fueron dirigidas por el maestro Boliviano Montes.
También participo con su preciosa voz, entonando el tema “O sole mio” la pequeña Karlita Zaldivar, que recibió un fuerte aplauso del público.
La “Ordine Della Stella D´italia” es un galardón que representa un certificado especial de todos aquellos italianos en el extranjero, que han adquirido méritos especiales en la promoción de los lazos con Italia.
Es importante destacar que para la aplicación y concesión de este honor, se consideran la preservación y promoción del voluntariado y la caridad, actividades filantrópicas, entre otras, que contribuyen al desarrollo de la solidaridad italiana en el extranjero.
La condecoración del gobierno de Italia al obispo Emiliani es el reconocimiento al trabajo realizado durante años en favor de la promoción de los valores morales y espirituales en las familias hondureñas, como panameñas, así como en la incidencia en el desarrollo integral de la niñez y la juventud a través de programas enfocados en la labor social.
El discurso de aceptación de Monseñor Emiliani fue un claro recordatorio de los aciertos y errores realizados en el pasado en Italia, los cuales aun se ven reflejados en las sociedades modernas y que hoy día deben ser un ejemplo para rectificarlos.
La velada culmino a altas horas de la noche en un ambiente cordial y grato donde se disfrutó una delicada cena estilo italiano que puso de manifiesto el buen gusto del organizador, el distinguido caballero Maurizio Chiovelli, quien ha fungido con mucho acierto como representante consular de Italia en esta ciudad.
El salón fue adornado con profusión de flores y paredes simulando enredaderas verdes, creación de la decoradora Jacqueline Cabrera. Condujo el evento en forma impecable fue la apreciable colega Dina Bulnes.
FOTOS/Hugo Díaz