San Pedro Sula.- Como acostumbran los jueves de cada 15 días, Charles Larach, Ronald Yuja, Junior Kattán, Roberto Reyes, Richard Ritter, Tito Guillén y Rafael Flores, se reunieron en el Restaurante Casas Viejas para departir un poco más y continuar estrechando sus lazos de amistad, pero esta vez, planearon uno de los reencuentros más esperados de la generación de egresados del Instituto La Salle en 1967.
La juvenil amistad que surgió hace años atrás, cuando estudiaban en la prestigiosa institución, se reafirmó 50 años después en la emotiva y alegre celebración de sus bodas de oro, y aunque todos se reúnen cada quinquenio, en esta ocasión la reunión resultó ser todo un acontecimiento especial para cada uno de los protagonistas de la velada: los graduados como Bachiller en Ciencias y Letras de la promoción 1967.
Fue una noche sin comparación alguna. La atmósfera navideña se mezcló acertadamente en el ambiente de camaradería de los bachilleres del ayer, ahora exitosos empresarios, padres y hasta abuelos; se dieron cita en la casa de don Rafael Flores, que junto a su esposa Paty, se convirtieron en los mejores anfitriones de la inolvidable celebración.
La espectacular velada amenizada por Josué Ortiz y su grupo musical, los mantuvo dispuestos a disfrutar a plenitud de cada minuto en el festejo que incluyó las interpretaciones musicales de quienes poseen el talento artístico entre ellos, reviviendo además aquellas anécdotas y actividades que solían hacer tanto en las aulas como en el cotidiano compañerismo.
El refinado catering de la casa anfitriona puso a disposición de los selectos invitados un acertado menú que incluyó las mejores bebidas importadas que regaron el plato fuerte: cordero, cerdito a la copaneca, pavo, jalapeños rellenos, ensaladas, además de los más exquisitos postres.
Sin duda alguna, se reafirmó la amistad y sobre todo, la tradición de seguir reuniéndose para mantener vivas las relaciones de fraternidad sincera que continúan cosechándose desde su tiempo de colegiales.
Por: Dayana Ortiz