San Pedro Sula.- La historia de Héctor y Martha Elena narra cómo existen amores que, a pesar de los retos y la distancia, el sentimiento jamás mengua. Todo lo contrario. Crece de forma desenfrenada, convirtiendo esa relación de noviazgo en una unión única, llena de magia y puro amor.
Él, doctor en química y farmacia, y ella, médico residente; ambos jóvenes se conocieron en una charla científica de laboratorio con la complicidad de Larissa Chinchilla, una amiga en común, quien los presentó sin imaginar que estaría uniendo de por vida a 2 corazones predestinados el uno para el otro.
De esta forma, tras casi 3 años juntos y queriéndose como el primer día, la pareja decidió dar un paso más y escribir una página de su libro que todavía seguía en blanco… pero no por mucho más tiempo: ¡Héctor y Martha Elena se daban el “sí, quiero”!
Esa esencia fantástica que desprende el amor, se convirtió en el mejor aliado de Héctor y Martha, que se dieron el “sí, quiero” en un enlace eclesiástico que tuvo lugar en la reconocida iglesia La Santa Cruz, durante la ceremonia presidida por el padre Albeiro Quintero. En la celebración de carácter religioso, la pareja vivió un sinfín de emotivos momentos, como la entrada de la novia en la iglesia, el emocionante discurso del párroco y, por supuesto, el momento de los preciosos votos que ambos enamorados se dedicaron.
Bajo una decoración sublime y romántica diseñada por Sandra Rubí Eventos, se destacaron en la recepción nupcial las tonalidades cálidas, Hortensias en color blanco, suaves pinceladas en azul con rosas amarillas y una perfecta iluminación; la pareja se decidió por el salón Omoa del Hotel y Club Copantl, ubicado en la parte alta de la ciudad, donde ambos novios lucieron radiantes en su gran noche, decantándose por outfits clásicos y absolutamente elegantes.
Héctor se decidió por un traje clásico en tono oscuro con camisa blanca de etiqueta, chaleco y corbatín en color champaña metalizado. Por su parte, Martha Elena, la novia, escogió un precioso vestido de la colección de Maggie Sottero, con escote palabra de honor y falda de corte recto a la altura de la cadera con relieves florales en encaje. ¡Absolutamente fantástica!
Como complemento, la mujer más radiante de la boda confió en Melissa Gudiel, quien la hizo lucir un recogido glamuroso complementado con el maquillaje espectacular su look nupcial. Un bouquet muy personalizado, en tonos blancos y amarillo le puso el broche de oro a la imagen de la bella señora de López.
Sin duda, el enlace de Héctor y Martha Elena se puede traducir en una velada fantástica, en la que no faltó de nada. Los novios estuvieron acompañados en todo momento por sus más queridos, que no dejaron de emocionarse viendo la felicidad que la pareja radiaba en cada beso, mirada y gesto de complicidad.
Ambos viajaron a Antigua Guatemala para su Luna de Miel; sin embargo, como por esas jugadas del destino, los novios tuvieron que separarse: ella fue trasladada a Guatemala por motivos relacionados con su residencia médica y él, continuará laborando en San Pedro Sula como doctor en química y farmacia.
Héctor López permanece fiel a la promesa de viajar frecuentemente para compartir con su esposa, Martha Elena Rodríguez, pero sobre todo, con la seguridad que el amor compartido entre ellos posee una gran química que lo cura todo…incluyendo la distancia. Pura magia y un sinfín de sensaciones que, y a través de un reportaje fotográfico exquisito llevado a cabo por Farah La revista, hoy pueden disfrutar nuestros seguidores.
Por: Dayana Ortiz
Fotografías: Samuel Romero