San Pedro Sula.- Durante su época como estudiantes en la universidad, Yolany y Marlon coincidieron y no precisamente como compañeros de aula, puesto que ella estudiaba ingeniería civil y él apostó por Arquitectura como su segunda carrera… Un hecho que, sin todavía saberlo, les cambiaría el rumbo de sus vidas por completo. Casualidad o destino, del compañerismo pasaron a una amistad férrea, tanto que en sus ojos ya se entreveía un destello cómplice en sus miradas. Y sí, el amor acabó triunfando. La pareja inició una bonita relación que duraría más de 7 maravillosos años.
Pasado este tiempo y amándose como el primer día, la pareja decidió hacer un viaje de vacaciones a la paradisíaca República Dominicana el pasado 6 de noviembre… ocasión que el joven aprovecharía para pedir matrimonio a la mujer que se había convertido, desde hacía años atrás, en el auténtico amor de su vida. La cita fue en el Hotel de la Zona Colonial, durante una romántica cena que compartieron con sus amigos dominicanos Francisco Rodríguez y Patricia Vizcaino al Billini, quienes fueron testigos de la gran sorpresa preparada para la protagonista de esta historia.
Una de sus amigas en común, Pernilla Johansson, desempeño el papel de “complice” en la pedida de mano, ayudando a Marlon a planear hasta el último detalle de la inolvidable y mágica velada que evolucionó al día siguiente con un estupendo viaje a Punta Cana para celebrar su amor en un “Sí, quiero” de ensueño.
Casi un mes después, la pareja de enamorados festejó su decisión en Honduras. El compromiso de Yoly y Marlon se vivió en plena naturaleza, al aire libre; ambos apostaron, sin dudarlo, por Angeli Garden´s…una locación sencillamente espectacular en la que se destacó la pluralidad ambiental en una mezcla de su romanticismo y las emociones vividas en cada momento.
Y aunque se trató de una celebración pequeña, de tinte muy íntimo, eso no impidió que la pareja se implicara de lleno en cuidar al mínimo cada detalle de su escenario. Y así es como la celebración del compromiso de Yoly y Marlon se convirtió en algo especial; los detalles handmade, el montaje y la decoración de pequeños rincones, se vistieron de magia, romanticismo y perfección….toda una increíble creación y diseño de la novia. Las ganas de la pareja para que todo saliera a pedir de boca, sumado a la ayuda insaciable de las más íntimas amistades de la novia, dieron el mejor de los resultados.
Yolany Villeda y Marlon Munguía apostaron por servirse de la belleza propia que les brindaba el escenario, bajo un manto de estilo rústico y absolutamente vintage. Sus miradas, el gesto de sus manos entrelazadas y sus caricias, dejaban entrever lo evidente: que estaban hechos el uno para el otro. Un sentimiento único e inexplicable, que el equipo fotográfico de Emilio Erazo supo captar a la perfección y que presentamos en esta edición a través de la crónica exquisita, de un compromiso de ensueño y, en definitiva, de una gran historia de amor.
Por: Dayana Ortiz
Fotografías: Emilio Erazo