San Pedro Sula.- 25 años pasan a la velocidad de un suspiro. El transcurso imparable del tiempo ha llevado a Maybelle y Andrés por senderos difíciles de caminar. Juntos e inseparables, atravesaron buenos y malos momentos, nacimientos y despedidas. Fueron los protagonistas de las mejores escenas de amor y también de las más fuertes discusiones. Pero, a pesar de todo, saben que no podrían vivir el uno sin el otro. La confianza forjada día tras día los unió en un vínculo imposible de romper.
Hoy, 25 años después, todavía quedan muchos suspiros que dar. Nunca pierden la oportunidad de contarse cuánto se aman. Así, mano con mano, con la mirada e ilusión de dos adolescentes, celebraron sus bodas de plata más felices que siempre, y para ello renovaron sus votos matrimoniales en una ceremonia presidida por el padre Héctor Salazar en la iglesia Nuestra Señora de Suyapa.
Fue un día de emoción y de festejo porque lograron algo que no muchos consiguen: permanecer unidos en matrimonio durante todo este tiempo, dando testimonio de un amor inquebrantable del que han sido testigos sus padres Maybelle Brevé, Carlos y Periza Egas, quienes se mostraron muy felices y les desearon muchos años más de unión.
La alegría reinó en todo momento, recibiendo Maybelle Casco de Egas y Andrés Egas, las muestras de felicitaciones y buenos deseos de parte de sus selectos invitados, que disfrutaron de la celebración que tuvo lugar en el salón Mediterráneo del Club Hondureño Árabe, donde la amenización musical del grupo Inercia fascinó a todos los presentes hasta el amanecer.
Por: Dayana Ortiz
