San Pedro Sula.- Los novios llegaron en un moderno convertible blanco a su fiesta post boda…una sensación de plena libertad y romanticismo invadía la atmósfera de Angeli Garden´s, el telón de fondo perfecto para celebrar el enlace matrimonial de esta pareja de enamorados que relató a Farah La Revista cómo el destino unió sus corazones, el restaurante favorito de ambos presenció su pedida y La Vinera acogió la mágica noche de su “sí, quiero”.
Sin embargo, la historia de Marlon y Alice comenzó en 2010, cuando ambos coincidieron en una tienda de ropa bajo la complicidad de Lessy Cruz, una amiga en común, quien los presentó sin imaginar que se convertiría en el hilo conductor de un romance que finalizaría en matrimonio.
… fue una coincidencia que les llevó a conocerse y, cómo no, a enamorarse. Iniciaron su noviazgo un 25 de diciembre del 2011 y tras una relación de amor de más de 6 años, el joven consideró que había llegado el momento. Sí, el de pedir matrimonio a la chica que, desde hacía mucho tiempo, se había convertido en la mujer de su vida.
Buscando hacerlo de una forma muy especial, Marlon aprovechó el 14 de febrero del 2018 para lanzarse por la romántica propuesta. Así, y mientras disfrutaba junto a su novia de una espléndida velada en La Churrasquería del Hotel y Club Copantl, Marlon dio el gran paso poniendo una sortija de compromiso en una tiramisú, el postre favorito de ella. Por supuesto, la respuesta de Alice fue un indudable “¡sí!”.
Quisieron hacer de la Iglesia Ebenezer el escenario religioso de su “sí, quiero” en una ceremonia oficiada por el pastor German Ponce, compartiendo el momento con 148 parejas más que se unieron en matrimonio esa noche. Concretamente, la pareja, familaires e invitados especiales, se trasladaron a la estancia de la recepción nupcial, un marco incomparable que solo el glamour de La Vinera podía ofrecerles.
Gracias a la ayuda incondicional del equipo de profesionales de Acontecimientos de Lidabel Mena, los enamorados pudieron hacer todos sus sueños realidad. Desde siempre, Marlon y Alice tenían en mente un estilo de celebración vintage rústico, una boda fuera de lo común y muy íntima… ¡y así lo lograron! Anteponiendo la autenticidad por encima de cualquier formalismo, ambos prepararon varios detalles, dándole a su “sí, quiero” un carácter especial y absolutamente único. Del mismo modo, y siguiendo la línea temática, no faltó el pastel de bodas elaborado por Beatriz Galeano.
Alice se decidió por un precioso vestido en tul con encaje rebordado y larga cola, diseñado exclusivamente para ella, y que complementó con un peinado adornado con un hermoso velo catedral y un bouquet de rosas naturales que esparcía su perfume por doquier, mezclándose con Versage Bright Crystal…la fragancia de la novia. Por su parte, el novio apostó por un smoking oscuro. ¡Ambos fantásticos!
De ese gran momento, del emotivo reencuentro de la pareja con sus más queridos y, por supuesto, del amor que se respiraba de forma incondicional, fue testigo el equipo fotográfico de Farah La Revista, que de la mano con el talento de Juan Carlos Castejón, logró imágenes repletas de brillo y autenticidad en un reportaje nupcial fantástico, en el que quedan reflejados cada uno de los detalles que, precisamente, hicieron único e irrepetible la mágica noche de esta pareja: la boda de Marlon Castro y Alice Barrera.
Por: Dayana Ortiz
Fotografías: Samuel Romero y Juan Carlos Castejón