Un miércoles laboral cualquiera en Nicaragua fue terminado a mitad de sus horas para que miles de personas se sumaran a una marcha que buscó visibilizar el descontento social contra el mandatario del país, Daniel Ortega, y su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo.
Una manifestación multitudinaria recorrió las calles bajo el lema “Por la Justicia y la Democratización de Nicaragua”, ondeando la bandera del país centroamericano, luciendo camisas con consignas revolucionarias y pintas en los rostros.
La indignación por la muerte de estudiantes en enfrentamientos con la Policía Nacional hacía que los participantes de esa masiva concentración gritaran con euforia “Eran estudiantes, no eran delincuentes” o “Pedimos Justicia”, mientras despertaban la simpatía de las personas que salían de sus viviendas a tomar fotos y levantar sus puños en señal de apoyo.
“¡Qué vivan los estudiantes!” o “Protestar es un derecho, oprimir es un delito” eran las leyendas plasmadas en numerosos carteles que elevaban al cielo para que los demás los alcanzaran a leer.
La manifestación, que comenzó su recorrido a las 14.00 hora local (20.00 GTM), fue una nueva demostración de fuerza popular y que ha sido originalmente impulsada por universitarios que por más de cuatro semanas han salido a las calles a reclamar lo que ellos consideran incorrecto.
“Aquí, Nicaragua, le decimos que se vaya Daniel porque ya no queremos más crímenes de tantos jóvenes. Que dolor que están sufriendo nuestras madres ¡Que viva Nicaragua libre!”, dijo Mayra María Gutiérrez, una señora de la tercera edad que no fue tímida al bailar con los universitarios en medio de la concentración.
Esta marcha convocada por los universitarios contó con un amplio apoyo por parte de los campesinos, el sector privado y la sociedad civil, que voluntariamente se sumaron a pedir “que Nicaragua vuelva a ser República”, como en reiteradas ocasiones han mencionado los afectados.
“Venimos respaldando a los universitarios caídos este 19 de abril y nosotros como gremio de taxis venimos a apoyar a los muchachos”, dijo a Efe el conductor Ricardo Matus, que adornó su cabeza con un cinta que decía “Nicaragua”.
Matus junto con otros 50 conductores estacionaron sus medios de transporte en medio de la concentración con rótulos en donde pedían al Gobierno nicaragüense no más alzas a los combustibles, que han subido sus precios por cuatro semanas consecutivas.
Pasadas las 15.00 hora local (21.00 GTM), aún caía un sol abrasador en Managua, pero eso no detenía a las personas que agrupadas caminaban por las vías de Managua, algunos gritando sus peticiones, otros conversando sobre la actividad.
“¡Viva Nicaragua libre!” se oía mientras estallaban bombas artesanales hacía el cielo.
Nicaragua atraviesa una crisis que hoy cumple 22 días, debido a multitudinarias manifestaciones que comenzaron con protestas en rechazo a unas reformas a la seguridad social y que continuaron a pesar de que Ortega revocó esos cambios.
Desde que comenzaron las protestas, los enfrentamientos violentos han causado al menos 47 muertos, la mayoría entre el 18 y el 22 de abril pasado, según el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), mientras que otras organizaciones humanitarias elevaron a 63 el número de los fallecidos.
Nicaragua está pendiente del comienzo del diálogo que protagonizarán el Gobierno y el sector privado, con la Conferencia Episcopal (CEN) como mediadora, aunque todavía no se ha establecido una fecha para su celebración.
Con información de EFE