San Pedro Sula.- ¿Quién diría que un par de amigos en común serían los “cupidos” de los protagonistas en este romántico relato? La historia de Diego y Claudia inició hace 2 años en uno de sus restaurantes favoritos, y gracias a la complicidad de las amistades de ambos, quienes se convirtieron en el hilo conductor al presentarlos sin imaginar que de esta coincidencia surgiría uno de los enlaces más esperados de esta semana, culminando con su fantástico “Sí, quiero”.
Ambos soñaban con formalizar su amor ante el altar. Casarse entraba en sus planes de futuro y, tarde o temprano, sabían que ese día llegaría. No obstante, Diego organizó una pedida de mano a finales de abril del 2017 con la que logró sorprender a su futura esposa por completo. Las emociones de la bella joven se desbordaron en su inolvidable y primer “Sí, quiero” para continuar escribiendo su historia de amor.
El Hotel y Club Copantl, concretamente, los salones San Pedro, fue el lugar escogido por la pareja para celebrar su mágica noche. Ambos buscaban un estilo romántico en su “sí, quiero” e inspirado por completo en su esencia única. Soñaban con reflejar su personalidad en cada detalle, sintiéndose cómodos siempre en busca del equilibrio entre la elegancia y la sofisticación, depositando así toda su confianza en Alexandra Lockmer; su audacia y profesionalismo se vio reflejado en la absoluta planeación del evento, tanto en la ceremonia nupcial, como en la recepción post boda.
Cada detalle de la decoración destacó por ser maravillosa y fue precisamente Alexandra Lockmer quien ayudó a hacer eso realidad. Lo más importante fue sin duda la propuesta floral, teniendo el blanco como protagonista de la noche. Realzaron el arco floral del altar, los majestuosos centros de mesa que armonizaron entre la luz tenue de las velas; del mismo modo, la iluminación, los detalles de cristal y una mantelería impecable, hicieron de cada rincón algo único y glamoroso.
El novio lució brillante con un clásico traje de etiqueta en tonalidad oscura que supo combinar con una corbata de seda gris y su imponente porte de apuesto caballero. Por su parte, Claudia escogió un precioso vestido de encaje rebordado, diseño exclusivo de Rosa Clará, de líneas etéreas que evocaron su feminidad entendida con sutileza y elegancia. Para completar su look, la novia apostó por lucir su cabello suelto con un semirrecogido al frente y una delicada y fina tiara de cristales swarovski que hicieron juego con su cinturón ¡Una novia de 10!
Tan brillante como el escenario, la decoración y el look de los novios, lo fue cada uno de los momentos vividos por los recién casados y los propios invitados. Entre un sinfín de emociones, el equipo fotográfico de Farah La Revista tuvo el placer de captar un historia de película en cada una de sus imágenes, así como la felicidad más nítida vivida en la gran noche de Diego Paz Handal y Claudia Amaya Martell… Un “Sí, quiero” vestido de la magia de un gran amor…
Por: Dayana Ortiz