San Pedro Sula.- Educar es un acto de generosidad que sin duda alguna trasciende más allá de una simple vocación, y esta realidad se refleja una vez más en la vida de doña Miriam Martínez Perelló, maestra de generaciones y descendiente de grandes docentes que como ella, asumieron su tarea con responsabilidad, entregando en las aulas su corazón y vida entera.
Condecorada como docente del año 2018 por la Dirección Departamental de Educación y con una trayectoria de 47 años dedicados al magisterio, llegó el momento de su retiro…la maestra Miriam se despide de la labor que durante casi 3 décadas desempeñó como directora de la Escuela José María Gonzáles Rosa en Barrio Morazán de San Pedro Sula.
Para reconocer su trabajo, el cuerpo de docentes de esa institución le brindó un merecido homenaje que tuvo como escenario el salón La Ceiba del Hotel y Club Copantl, donde compartieron con ella una inolvidable velada que culminó con un apetitoso banquete en su honor. Las lágrimas de ambas partes no se hicieron esperar en esos momentos emotivos del adiós con honores.
La historia de la profesora Miriam Martínez Perelló representa el amor que un ser humano puede tener por su sociedad y el progreso de la misma mediante una vida inspiradora, llena de coraje, tesón y dedicación. Y, así, aunque jubilarse de la docencia resulta nada fácil, confiesa que continuará esperanzada su camino de la mano con su familia y la promesa de viajar muy pronto a visitar a su hermana Mirna en los Estados Unidos de Norteamérica.
Por: Dayana Ortiz
Fotografías: Samuel Romero