Florentino Pérez disfrutó al lado de su hija María Ángeles, «Cuchi». Zidane estaba sorprendido por la reacción goleadora de Cristiano: «Es único. Muy pocos futbolistas pueden marcar cuatro goles en un partido. Yo no sé que es eso». El técnico del Real Madrid analizó la forma de pegar al balón del portugués en los disparos desde fuera del área: «Tiene un estilo propio en el tiro. Yo los marcaba desde más cerca, no desde tanta distancia. Es un goleador distinto, no hay nadie como él».
El responsable del conjunto blanco dio una bronca al equipo en el descanso. Su primer tiempo fue malo, tuteado por el Celta, y Zidane, que había escuchado algunos pitos al equipo, expuso a sus hombres que debían correr y presionar como hicieron en Valencia si querían ganar este partido frente al Celta. La transformación del Madrid fue total. Arrolló. «Hablamos algo en el descanso, sí».
No quiso explicar los argumentos de ese intermedio que cambió a sus hombres. El técnico volvió a demostrar que no hay nadie imprescindible. Ganó con Borja, Lucas, Jesé, Carvajal y Casemiro en el campo. Realizó cambios y el conjunto no lo acusó: «Sí, en efecto, aquí no hay nadie imprescindible. Cada jugador que entra añade una mayor energía al juego».
Valoró a Bale, que reapareció tras 48 días ausente y marcó un gol: «Está bien, listo. Veremos el martes si comienza de titular o si sale en el segundo tiempo». En julio habrá remodelación del plantel, pero ahora se ha producido una progresión que tiene un culpable: Zidane. Quiere ejecutar esa revoluciónde la próxima temporada.