San Pedro Sula.- La vida misma tenía marcado el día y la hora en que Claudia y Eduardo estarían frente a frente por vez primera…ese primer encuentro fue el hilo conductor que los llevaría a un noviazgo de 6 años, desencadenando el inevitable compromiso matrimonial de esta hermosa pareja de enamorados.
Y aunque los recién casados no revelaron como se conocieron, sabemos que sus destinos estaban ordenados para encontrarse y nunca más alejarse el uno del otro ¿y cómo fue la celebración que los convirtió en marido y mujer? Se trata de una boda que integró la más pura esencia rústica-chic con la alegría y diversión al celebrar el amor de Eduardo y Clau.
Ni siquiera la naturaleza con su refrescante lluvia, impidió que los selectos invitados disfrutaran a lo grande de la gran fiesta postboda en los exclusivos jardines del Hotel Hilton Princess, mientras los novios protagonizaban el protocolo de su especial enlace.
Con la presencia de familiares y amistades provenientes del interior del país, Canadá y Estados Unidos, los novios montaron una boda donde más cómodos no se podían sentir. De esta manera, el lugar funcionó perfecto en su distribución para el área de aperitivos, barra de bar, pista de baile y banquete, con el propio encanto natural del verde predio, el asimétrico mobiliario y la decoración handmade dispuesta por La Fabric Events.
“Divertirse hasta mas no poder” parecía ser el lema de esta pareja para montar la fiesta de celebración de su “sí, quiero”. Cuando hay amor, se nota. Y cuando las cosas se hacen con amor, también. El resultado fue una de las fiestas nupciales más alegres del mes, disponiendo de la absoluta planeación y organización magistral de Fabiola Orellana.
El encanto de esta cita nupcial emotiva, alegre y romántica al 100%, permanecerá en el recuerdo de quienes estuvieron presentes en aquella lluviosa noche de primavera para presenciar la boda de Claudia Patricia Mendoza Mejía y Eduardo Aguilar Henríquez… una veleda nupcial de esencia rústica-chic.
Por: Dayana Ortíz
Fotografías: ElDiarioHN