El precandidato republicano Donald Trump advirtió el miércoles que podrían haber disturbios si se le niega la nominación presidencial del Partido Republicano tras una serie de victorias en las primarias partidistas.
El magnate neoyorquino obtuvo el martes contundentes triunfos en los estados de Florida, Illinois y Carolina del Norte, que lo acercaron más a los mil 237 delegados que necesita para obtener la nominación oficial.
No obstante, una derrota -en el crucial estado de Ohio- dejó abierta la puerta para quienes tratan de impedir que Trump se convierta en el candidato oficial republicano a las elecciones presidenciales del 8 de noviembre. Trump quizás no alcance la mayoría necesaria, lo que permitiría a las bases del partido presentar otro nombre en la convención de Cleveland en julio para designar oficialmente el candidato del partido.
En una entrevista con CNN el miércoles, Trump dijo que si contaba con un elevado número de delegados y aún así se le negaba la nominación, “no creo que se pueda decir que no lo logramos de manera automática. Creo que habría disturbios. Creo que habría disturbios. Estoy representando a muchos, muchos millones de personas”.
Los líderes del partido se sienten inquietos por la incendiaria retórica del magnate inmobiliario y consideran que sus posiciones políticas no se alinean con el sentimiento republicano tradicional, como su compromiso de deportar a 11 millones de inmigrantes ilegales, prohibir temporalmente el ingreso de musulmanes a Estados Unidos y construir un muro a largo de la frontera con México.
Pero el esfuerzo de la base partidista para detener su avance parece haber llegado un poco tarde, ya que el abanico de 16 líderes republicanos de alto perfil ha disminuido a sólo tres, incluyendo a Trump. Además están el senador Ted Cruz, de 45 años y el gobernador de Ohio John Kasich, de 63 años, quien ganó el martes la primaria republicana de su estado.
Si bien la disputa por la nominación presidencial republicana luce desconcertante hasta ahora, en el bando contrario Hillary Clinton obtuvo el martes victorias en los estados de Florida, Illinois, Ohio y Carolina del Norte, que arrojan dudas sobre las posibilidades del senador Bernie Sanders de remontar la distancia que lo separa de Clinton en la búsqueda de la nominación oficial del Partido Demócrata.