sábado, abril 12, 2025

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Alimentos de EEUU tendrán menos nutrientes debido al cambio climático

El aumento de los niveles de dióxido de carbono en la atmósfera va a disminuir el valor nutricional de la mayoría de los alimentos (trigo, arroz, maíz y soja) que se cultivan en Estados Unidos y esto tendrá un impacto clave en la salud de todas las personas, así como en la economía mundial.

La razón por la que esto ocurre es aún incomprendida por los científicos, sin embargo, la evidencia referida en revistas como Nature apunta a reducciones de 9% menos de zinc, 5% menos de hierro y 6% menos de proteínas en el trigo, así como 3% menos de hierro y 8% menos de proteína en el arroz. Esta una de las alertas compartidas esta tarde por un panel científico en conferencia organizada por La Casa Blanca.

La información está contenida en la llamada Evaluación de Clima y Salud, un amplio reporte que “cambiará la forma como vemos el cambio climático”, dice Allison Crimmins, especialista en economía ambiental de laAgencia de Protección Ambiental (EPA).

EL compendio científico reune información recabada durante los últimos tres años. En su elaboración participaron expertos de EPA, el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS), la Administración Oceánica y Atmosférica Nacional (NOAA), la Agencia Espacial Estadounidense (NASA), el Departamento de Agricultura (USDA), el Servicio Geológico de EE.UU. (USGS), el Departamento de Defensa (DOD) y el Departamento de Asuntos de Veteranos (VA).

Según la investigación, con el alza de las temperaturas, en un futuro próximo, el calor será tan intenso que impedirá que los campesinos y trabajadores de la construcción de Estados Unidos sean capaces de trabajar al aire libre para cultivarlos. Actualmente el 80% de quienes cultivan la tierra son hispanos.

“Fisiológicamente, ellos no podrían soportar las altas temperaturas y la intensa radiación solar y hasta podrían morir si lo intentan”, explica asesor científico del presidente Obama, John P. Holdren.

Según el reporte, se puede esperar que el calor extremo de cause un aumento en el número de muertes prematuras de miles a decenas de miles durante cada verano. Esta superará la cantidad de fallecidos por fríos extremos. La proyección es de hasta unas 11,000 muertes adicionales durante el verano en 2030 y más de un 27,000 muertes adicionales durante el verano en el año 2100, revela La Casa Blanca en su sitio web.

Las altas temperaturas también pueden conducir a una amplia gama de padecimientos físicos. Los ejemplos de enfermedades asociadas con el calor extremo incluyen males cardiovasculares, respiratorios y renales, diabetes y nacimientos prematuros.

Pero los padecimientos mentales también se incrementarán.

John Balbush, del Instituto Nacional de Salud, explica que es una doble afectación porque, por un lado, los eventos extremos provocarán males mentales como el estrés y la ansiedad y, por otra parte, quienes padecen males mentales serán más vulnerables a los eventos climáticos.

Para él, ya hay personas que son más vulnerables. Estas están fisiológicamente más débiles porque, por ejemplo, se asolean más por su trabajo o ya tienen problemas respiratorios por su cercanía a ciertos productos (como fertilizantes). Estas también son personas con baja escolaridad y que sufren de discriminación.

El experto en salud mental Daniel Dogers coincide con Balbush y agrega: “Lo que atenta contra aquellos que queremos nos produce daño mental”, refiriéndose al sufrimiento que padecerán diversas poblaciones vulnerables y el estrés que generará a sus familiares y amigos.

“Está claro que si impacta la salud, impacta la salud mental. Sabemos que si hay eventos extremos como huracanes esto produce afecciones como la depresión”, añade. Dogers recalca que, por ejemplo, personas que consumen ciertos medicamentos por sus padecimientos mentales sufren un impacto en la regulación del calor en su cuerpo, lo que los hace más vulnerables al aumento de la temperatura.

El especialista asegura que 44 millones de personas en Estados Unidos, cerca del 20% de la población adulta, ha tenido al menos un problema mental en su vida. Esto es un gran reto para la salud pública en tiempos de cambio climático. “La gran pregunta ahora es: ¿cómo aprovechamos la resiliencia natural de la gente para enfrentarnos al cambio climático?”, asevara Dogers.

El impacto en la salud también fue abordado por los científicos Shubanyu Saha y Juli Trtanj. Esta última asegura que el cambio climático va a favorecer en Estados Unidos la aparición y diseminación de enfermedades. “Van a sorprendernos porque ni siquiera las estamos buscando. También van a cambiar la temporalidad de las enfermedades”, dice. Trtanj indica que la idea de este reporte es que estar mejor preparados para que en adelante las enfermedades ‘nuevas’ no nos sorprendan tanto.

Los eventos extremos también serán más, más intensos y más frecuentes, advierte Stephanie Herring, de NOAA y esto tendrá impactos severos en las personas antes, durante y después del evento, por ejemplo, aquellas que requieren equipo médico y que deben ser evacuadas. La población que será especialmente afectada está en las costas, asegura.

“Mejoramos la capacidad de precisar los datos y el modelado de la información, lo que nos permite ser más específicos y relacionarlo con la salud humana o el impacto, celebra Crimmins, quien asegura que “este reporte hace esas conexiones entre salud y ambiente”. “Estos son. Estamos con los científicos de verdad que entienden este tema y nos alertan de que podemos hacer más y mejor”, dijo el Senador Ed Markey.

“El planeta tiene fiebre, pero no hay salón de urgencia para planetas. Tenemos que poner acciones agresivas para evitar un impacto severo del cambio climático en nuestras vidas”, dice.“Si vamos a salvar el planeta tenemos que convertirnos todos en sus enfermeras y doctores”, concluye.

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