A dos días del referéndum sobre la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea, los grandes se preparan para un escenario catastrófico que les podría costar miles de millones de dólares.
Ante el ambiente volátil que predomina en Gran Bretaña, hacia afuera los bancos mantienen las apariencias.
“Tenemos esto totalmente bajo control”, asegura Michael Duvally, portavoz de Goldman Sachs, ante una pregunta sobre cómo su banco se está preparando para la posibilidad de que el bando pro-salida en Gran Bretaña gane el referéndum el jueves. Las respuestas de Morgan Stanley y Bank of America son idénticas.
Sin embargo, en las oficinas de Wall Street de los abogados de los bancos se trabaja casi en estado de alerta, evaluando cada opción, según fuentes del sector bancario que prefieren hablar bajo condición de anonimato.
La votación podría afectar duramente a la City de Londres, donde los bancos estadounidenses realizan la mayor parte de sus negocios en los 28 países de la Unión Europea.
De concretarse el “Brexit”, Gran Bretaña perderá la gran ventaja de poder hacer negocios libremente con los países de la Unión Europea, lo cual significará que los bancos ya no podrán manejar todos sus negocios, transacciones en bolsa, préstamos y otras actividades en países de la UE desde Londres.
Al demostrarse, en las recientes elecciones británicas, que las encuestas de opinión son poco fiables, los bancos no se fían de ningunos de estos resultados ni llevan a cabo propios sondeos.
En su lugar, están advirtiendo a sus corredores de bolsa que se preparen para un día muy largo y agitado de operaciones en los mercados financieros durante el día del referéndum y el día siguiente.
JPMorgan Chase ya tiene habitaciones de hotel reservadas para sus operadores, cerca de sus oficinas. Varios bancos confirmaron que han creado centros de servicios telefónicos de atención para comunicarse con sus clientes.
“El jueves será un día agitado. Esperamos que se hagan grandes transacciones”, dice un banquero. “Nuestros clientes están preocupados por lo que ocurrirá con la libra. Forex (eo mercado mundial de divisas) es la mayor preocupación”, agrega.
– Recortar en Londres –
Los cinco grandes bancos estadounidenses emplean a más de 40.000 personas en Londres, más que en el resto de Europa.
Aprovechan la reglamentación que les permite a los banqueros ofrecer sus servicios – desde asesorar fusiones y adquisiciones a manejar capitales, préstamos y operaciones – en toda la UE sin tener representación física en ninguno de los otros países de la unión.
Una salida de Gran Bretaña de la UE “podría ser algo negativo para los bancos universales estadounidenses ya que los costos aumentarían y la actividad del mercado de capitales perdería en intensidad”, escribió recientemente un analista del banco de inversiones KBW en un informe, que asegura que los bancos enfrentarán desafíos importantes durante los próximos dos años, en cuanto a los costos y las entradas.
“Creemos que el Brexit sería el peor de los casos para las acciones y empresas relacionadas con la UE y Gran Bretaña, ya que el Brexit podría causar temores de contagio y un freno al crecimiento”, apuntaba el informe.
Algunas fuentes sostienen que los bancos estadounidenses ya han estudiado la posibilidad de abrir oficinas en Amsterdam, Dublin, Fráncfort y París. No obstante, algunos de ellos ya tienen pequeñas filiales en el continente que podrían agrandar. Citigroup tiene una en Dublin y JPMorgan cuenta con despachos en Fráncfort y Luxemburgo.
El director ejecutivo de JPMorgan, Jamie Dimon, advirtió a principios de junio que el banco podría verse obligado a recortar hasta 25% de su plantel de 16.000 empleados en Gran Bretaña en el caso de que gane el Brexit en el referéndum.
Goldman Sachs podría trasladar a una cuarta parte de su personal de 6.500 empleados en Londres fuera de Gran Bretaña y Morgan Stanley a 1.000 de sus 6.000 empleados a otros puntos en Europa, según una fuente. Cualquier reorganización de este tipo significaría un aumento en los costos. Así KBW calcula que Morgan Stanley podría perder 9% de sus ingresos en dos años.