Fue de esos días en los que no había nada qué hacer. Menos de un cuarto de hora tardó el Barcelona en sacar diferencia. Lo aplastó a Valencia en 11 minutos. Con una actuación descollante de su tridente de ataque. El famoso MSN brilló como en sus mejores citas. Y el equipo de Luis Enrique, a la espera de la revancha, pone un pie y medio en la final de la Copa del Rey. El resultado lo dice todo: 7-0.
El primer tiempo del Barcelona fue soberbio, avasallante. Ni siquiera lo dejó acomodar a su rival cuando ya lo había hecho sacar del medio dos veces. A los 7 minutos, Neymar recuperó la pelota en el medio y encaró a toda velocidad. En el momento exacto, cedió a la derecha para el ingreso de Suárez y el uruguayo definió fuerte, cruzado para el 1-0.
La intensidad no paró. Enseguida lo tuvo Messi para ampliar la cuenta y a los 11 minutos fue otra vez Suárez el que festejó con un derechazo arriba tras una buena trepada de Aleix Vidal por derecha.
Lo del Valencia era pura impotencia. Neymar, mientras tanto, tiraba tacos y caños por todos lados. Y Barcelona ensayaba golazos que se desvanecían en la puerta del área. Hasta que a los 27 minutos llegó la obra de arte. Comandó Iniesta. Metió en la puerta del área para Neymar, que prolongó con un taco exquisito, Suárez la dejó pasar y Messi entró a ponerle la frutilla a la torta. Tremendo golazo.
Y el partido siguió en la misma sintonía. Messi desperdició un mano a mano clarísimo para poner el cuarto y el único lunar llegó sobre el final de la primera parte con el penal que falló Neymar, tras una falta a Messi que generó la expulsión de Mustafi. El brasileño le dio suave al palo izquierdo del arquero y la pelota dio en el poste.