El Barcelona cosechó un triunfo histórico en la casa del Manchester United, el Old Trafford, al derrotar a los Red Devils con marcador de 1-0, en el encuentro de ida de cuartos de final de la Liga de Campeones.
El encuentro comenzó con un gol en propia puerta del defensa Luke Shaw a los 8 minutos de juego, luego de un disparo de Luis Suárez a los 12 minutos del partido.
Con un Barcelona flojo en la defensa y con el medio campo descuidado, el United tuvo múltiples oportunidades de igualar e incluso de voltear el marcador, guiados por el lateral, Ashley Young, sin embargo, por el déficit del equipo por las bandas, no pudieron acertar ninguna diana.
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El juego aéreo acaba con Old Trafford
Los de Ernesto Valverde sostuvieron la ventaja otorgada al comienzo del partido por el gol en propia puerta del defensa Shaw, aunque tuvieron graves problemas en el medio del campo, se pudieron replegar para frenar las contras de los diablos rojos, cuyo mayor problema fue el concretar las jugadas.
Por otra parte, el conjunto de Ole Gunnar Solskjaer, salió de su habitual juego por las bandas -que le funcionó a la perfección para derrotar al PSG en la vuelta de octavos en Champions- e intentó hacer daño por el centro, donde chocaba con la muralla de Piqué.
Asimismo, los del United dejaron a un lado los disparos a la portería, por una incesante búsqueda de anotar mediante el juego aéreo con Lukaku dentro del área, pero le fue imposible llegar al balón. Aunque Solskjaer cambió la modalidad de juego en el segundo tiempo, sustituyendo a Dalot, Lukaku y Rashford, por Lingard, Martial y Pereira, tampoco pudieron hacer daño en la defensa de Ter Stegen.
Los ocales no solo cedieron la primera derrota ante el Barcelona en su propia casa, sino que además, recibieron su tercera derrota desde el comienzo de la “era Solskjaer”.
