Por primera vez en la historia de Estados Unidos, es un hombre el que contempla con admiración a su esposa como candidata a la presidencia.
Bill Clinton está poco a poco asumiendo el rol del marido elogioso, aplaudiendo y sonriendo cuando las cámaras lo captan en medio de un discurso de su esposa.
En la Convención Nacional Demócrata, se le podía ver en el palco de los VIP, observando cómo su esposa asumía el podio para aceptar la nominación como candidata presidencial el jueves a la noche.
Fue un ejemplo de muchas ocasiones en que los estadounidenses tendrán que acostumbrarse al intercambio de roles si es que Hillary Clinton gana la Casa Blanca en noviembre.
Desde ya han surgido bromas y sátiras al respecto, como por ejemplo comentaristas que preguntan qué ropa viste Bill, qué productos de belleza usa, qué peinado luce. Qué tal esos pantalones, su poblada cabellera, cuál es la marca de sus zapatos.
Al fin y al cabo, así es como la prensa suele hablar de las primeras damas. Para los curiosos: en la convención él llevaba puesto un traje oscuro; ella, uno blanco.
Ciertamente para gran parte del mundo esto no es nada extraordinario. Muchos países han tenido mujeres como líderes, inclusive en Europa, Africa, Asia, Latinoamérica y Australia. Pero en Estados Unidos es algo inédito, y sigue teniendo cierto aire de novedad.
Bill Clinton, que siempre ha sido un hombre seguro de sí mismo, no parece inmutarse al intercambiar posición con su esposa. No se le ha visto nada de incómodo en sus nuevas funciones.
Se le vio con una amplia sonrisa mientras su esposa le agradecía por su apoyo en el discurso ante la convención. Hillary admitió que a lo largo de los años “hemos pasado por buenos tiempos que nos llenaron de alegría, y tiempos difíciles que nos desafiaron”.
Y bromeó: “Y en ocasiones he logrado expresar mi opinión”. El historiador Carl Sferrazza Anthony, experto en el tema de las primeras damas, dijo que debido a que el dúo Bill-Hillary ya es célebre en todo el país, el cambio de roles podría ser menos perturbador.
En caso de que Hillary gane la presidencia, “él estará en su esmoquin en la entrada de la Casa Blanca, dándole la bienvenida a algún dignatario al lado de Hillary con su vestido de gala. Y sabremos que ella es la presidenta y él será el primer caballero” dijo Anthony. “Pero seguirán siendo Bill y Hillary. Y creo que eso hará la transición más fácil”.