La desesperanza de una generación que ya no vivió las guerras que libró Centroamérica en la década de los 80, a las que considera luchas de sus padres y sus abuelos, por lo que las aborda con un espíritu crítico, marca a los escritores jóvenes de la región.
“La mayoría de las preocupaciones temáticas tienen que ver con la desesperanza de una generación, la de los 90 y el primer tramo de los 2000, que ya no vivió la guerra en El Salvador, el enrollo de la contra en Honduras, el conflicto bélico en Guatemala. Han aprendido a contemplar el pasado a través de la creación literaria, a revisar realmente qué ocurrió”, afirma el escritor nicaragüense Sergio Ramírez (1942).
En entrevista con el diario mexicano Excélsior vía telefónica desde Managua, el novelista, cuentista y ensayista agrega que otros temas que cruzan la literatura centroamericana son “el ascenso del narcotráfico hasta copar la estructura del Estado, el drama que significa el exilio obligado hacia Estados Unidos y las pandillas, que es un fenómeno ardiente en Guatemala, El Salvador y Honduras”.
La memoria lejana y la realidad actual se conjugan en la pluma de los escritores de la región, quienes tienen una cita del 23 al 28 de mayo próximo en el IV Encuentro de Narradores Centroamérica Cuenta 2016, que se realizará en Managua y Masatepe (Nicaragua) con la participación de 70 creadores de 17 países de Latinoamérica y Europa.
“Queremos poner a Centroamérica en los mapas culturales. Deseamos contar, es decir, ser tomados en cuenta, pero también narrar nuestra experiencia y nuestra historia”, comenta el Premio Internacional Carlos Fuentes a la Creación Literaria en Idioma Español 2014 sobre este festival que lleva por lema “Memoria que nos une”.
“La memoria es un asunto fundamental, tanto en la literatura como en la historia. La literatura vive de la memoria, se proyecta a través de ella. En Centroamérica tenemos mucha memoria soterrada que hay que sacar a flote, que hay que descubrir. “Todo lo que tiene que ver con las guerras pasadas en la región, con las tumbas que aún no han sido abiertas, los cementerios colectivos, los desaparecidos. Una de las mejores maneras de leer la historia es a través de la literatura creativa. Abordaremos estos temas en todas las mesas”, detalla.
El también político y abogado admite que los países de la región, a pesar de que son tan pequeños, han tenido en su historia muchos enconos. “El fracaso de la unidad política ha sido evidente a lo largo de los años, los esfuerzos por la unidad económica no hay sido tan fructíferos como deberían, pero hay un campo de encuentro que tiene menos obstáculos, que es el de la cultura.
“Entonces, identificarnos a través de la cultura y de la creación literaria es algo que no tiene desafío y podemos, los escritores, discutir sobre distintos temas y saber lo que somos en este contexto centroamericano”, explica.
Literatura y ciudadanía
Quien fue vicepresidente de Nicaragua de 1985 a 1990 revalora a la literatura como punto de encuentro de los ciudadanos. “Creemos que la creación literaria es un elemento de ciudadanía, porque la literatura es un gran campo de libertad, un campo abierto al cual entran los ciudadanos a través de la lectura, que es lo que nosotros queremos multiplicar y promover también”.
Dice que esperan que el Encuentro de Narradores Centroamérica Cuenta, además de permitir que los escritores locales se relacionen con sus homólogos del mundo, estimule la creación de nuevos lectores en la región, donde el panorama en este rubro es desalentador.
“Estamos en un momento en que las librerías se cierran, no prosperan, no se sabe si por falta de lectores o porque éstos se están transfiriendo al campo de la lectura digital. Es un momento de crisis que no sólo vive Centroamérica, sino todos los países de América Latina. Siempre es necesario sacar los libros a la calle, hacer que la gente se encuentre con los libros y tener a los escritores a mano ayuda a crear nuevos lectores”, añade.
El autor de las novelas Margarita, está linda la mar, Flores oscuras y Sara detalla que en este festival literario estarán presentes tanto autores reconocidos como jóvenes de Alemania, Brasil, Colombia, Costa Rica, El Salvador, España, Argentina, Francia, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Perú y Venezuela.
Entre los escritores que estarán presentes destacan Javier Cercas, Almudena Grandes, Luis García Montero, Juan Cruz, Werner Mackenbach, Louis-Philippe Dalembert, Antonio Ortuño, Ignacio Padilla, Guadalupe Nettel, Gioconda Belli y Laura Restrepo.
Estos autores participarán durante seis días en diversas mesas y conversatorios, seis talleres de formación, ciclos de cine y el simposio “Artes y política de la memoria en Centroamérica: recordar el pasado para imaginar otro futuro”.
La cuarta edición estará dedicada al centenario luctuoso del poeta nicaragüense Rubén Darío (1867-1916), y al 400 aniversario de la muerte del novelista y dramaturgo español Miguel de Cervantes (1547-1616). Mayores informes en la página del encuentro (www.centroamericacuenta.com).