Los candidatos demócratas Hillary Clinton y Bernie Sanders se ven las caras este jueves por la noche en un debate presidencial que promete ser intenso a pocos días de la crucial primaria del estado de Nueva York.
Según sondeos difundidos el martes, la exsecretaria de Estado tiene una ventaja de dos dígitos sobre el senador de Vermont para los comicios del 19 de abril, en los que necesita un triunfo claro tras haber perdido en ocho de las últimas nueve primarias.
“Creo que será animado”, dijo la exprimera dama de 68 años al referirse al encuentro, el primero entre ambos candidatos desde el pasado 9 de marzo. Clinton tiene una ventaja sobre Sanders de 1.790 delegados contra 1.113. Se requieren 2.383 delegados para obtener la nominación en la convención demócrata para las elecciones presidenciales de noviembre.
El electorado diverso de la ciudad de Nueva York y los demócratas de mejor posición económica favorecen a Clinton, mientras que Sanders se apoya en las comunidades menos favorecidas y los jóvenes. De acuerdo con una encuesta de la universidad Quinnipiac, Clinton tiene una ventaja particularmente significativa entre los electores negros (65 por ciento contra para Sanders).
Vaticinio de “sorpresa”
El estado de Nueva York es el que más delegados atribuye después de California, cuyas primarias tendrán lugar en junio. En la primaria demócrata hay 291 delegados en juego, y 95 entre los republicanos. Mientras Qunnipiac da a Clinton 53 por ciento de las intenciones de voto contra 40 por ciento para Sanders, otro sondeo, de NY1 Baruch, le otorga 13 puntos de ventaja (50 por ciento contra 37).
A pesar de estos números, Sanders no pierde la esperanza, y así lo hizo saber en un multitudinario acto el miércoles por la noche en el parque Washington Square, en el sur de Manhattan. “Creo que tenemos una sorpresa para el establishment”, dijo Sanders ante las más de 27.000 personas –según los organizadores– reunidas allí.
“Cuando veo esta multitud, creo que vamos a ganar aquí en Nueva York el próximo sábado”, agregó. En los últimos días, Clinton y Sanders han subido el tono de sus ataques cruzados.
Sanders ha llegado incluso a poner en duda la capacidad de su adversaria para ser presidente de Estados Unidos, acusándola sin cesar por sus vínculos con Wall Street que le impiden a su entender “ser un agente del cambio”, y denunciando también sus lazos con la industria petrolera.
De su lado, Hillary Clinton subrayó que Sanders tiene “problemas para responder a las preguntas” sobre sus propuestas de desmantelar los grandes bancos y en materia de política exterior.
“Cuando alguien le pide votar por él, debe decirle lo que va a hacer y no lo que espera hacer”, reiteró el miércoles en un acto en Harlem en la sede de la asociación liderada por Al Sharpton, figura ineludible de la comunidad negra. Para ayudarla, el expresidente Bill Clinton, muy popular en Nueva York, ha hecho campaña sin descanso en el estado, siempre en forma paralela.
El 19 de abril también se celebrará la primaria republicana en Nueva York, con el magnate Donald Trump como favorito, de acuerdo con los sondeos.
Trump, quien hizo su fortuna en Manhattan y es muy conocido en el estado, tiene 55 por ciento de las intenciones de voto, contra 20 por ciento para el gobernador de Ohio, John Kasich, y 19% para el senador ultraconservador de Texas, Ted Cruz, según Quinnipiac.
El sondeo NY1/Baruch es aún más favorable a Trump: le atribuye 60 por ciento de las intenciones de voto, contra 17 por ciento a Kasich y 14 por ciento a Ted Cruz.