viernes, noviembre 22, 2024

Top 5

Más Noticias

Colin Firth: “Me cuesta ponerme en la piel de una mujer”

Doce años han pasado desde que Colin Firth (Grayshott, Hampshire, Inglaterra, 1960) interpretó por última vez a Mark Darcy, el taciturno abogado inglés convertido en objeto de deseo sexual de Bridget Jones. Fue en Bridget Jones: Sobreviviré, en 2004.

Desde entonces, el actor inglés ha firmado varias comedias (Cuando ella me encontró, Una familia con clase), ha probado suerte en el musical (Mamma mia!), el cine de acción (La última legión, Kingsman: Servicio secreto), ha colaborado con Woody Allen (Magia a a luz de la luna) y hasta ha ganado, en 2011, el Oscar al Mejor Actor por El discurso del rey.

Ahora, en Bridget Jones’ Baby regresa a un personaje venerado por legiones de fans que se enfrenta a un rival norteamericano (Patrick Dempsey, que ocupa el lugar de Hugh Grant) a la hora de obtener los favores de su amada Bridget (Renée Zellwegger). Quien, para más inri, está embarazada sin saber cuál de los dos es el padre biológico.

¿Cuantas veces has escuchado a lo largo de estos años que habría una tercera parte… y al final no se hacía?

¡Muchísimas! (risas). Fueron tantas las veces que escuché que estaba a punto de hacerse una tercera parte que hubo un momento en el que pensé que nunca se rodaría. Y, entonces, cuando estaba todo descartado e incluso se había hablado con varios directores que al final no estaban disponibles, se puso en marcha. Y reconozco que no estaba tan emocionado como debiera. Creí que no iba a funcionar tan bien. Por eso puse atención en lo que se escribía para ver si merecía la pena.

¿Y qué obró «el milagro»?

La llegada de Emma Thompson como guionista lo cambió todo. No sólo porque sea amiga mía (risas), sino porque es un placer contar con ella en un rodaje. Eso y la presencia de Renée Zellweger y de Sharon Maguire, la directora con la que ya habíamos trabajado en la primera parte y que lo sabe todo sobre Bridget y sus cosas. Además, sentía muchísimas curiosidad por saber cómo estaría mi personaje. Sobre todo, porque en los libros ya no estaba vivo…

¿Llegaste a ver la primera película de nuevo antes de empezar el rodaje?

Sí. Y me quedé en shock. Y quién no después de ver algo que hiciste hace 16 años… Es sorprendente reencontrarte con alguien como Mark Darcy, un personaje con el que no convivo.

¿Qué quiere decir que «no convive»?

Que le interpreto pero que, una vez terminado el rodaje, me olvido de él porque no compartimos muchas cosas. Cuesta enfrentarse a alguien así. Por eso tuve que estudiar de nuevo cómo es y como actúa, para no disgustar a nadie. Puse mucho cuidado cuando me di cuenta de que hay espectadores que esperan mucho de esta película. Y que ellos han visto Bridget Jones más veces que yo…

¿Crees que Bridget Jones ha cambiado la forma de pensar de algunas mujeres?

Uffff (suspira). No tengo ni idea. Me cuesta ponerme en la piel de una mujer. Pero admito que sí es una referencia sociocultural muy estimable. Cuando la gente reacciona de una manera tan tremenda ante una canción o una película, como es el caso, es porque lo relacionan con ellos. Y no es fácil saber la verdadera razón. He oído de todo: «ella me hace sentir mejor», «me ayuda a convivir con mis imperfecciones» o «he tenido un momento Bridget Jones». ¡Y se lo he escuchado incluso a hombres!

Hablando de hombres, ¿alguna vez has conocido a alguno que sea tan distante y frío como lo es Mr. Darcy, tu personaje? 

Muy pocos. Y eso que conozco a grandes abogados. No resulta difícil en la actualidad encontrarte con gente así. Puede que en la Inglaterra de hace dos siglos sí te dieras con gente así. Pero… te prometo que sí te dieras una vuelta por Londres, costaría encontrarle ¡ni aunque caminaras durante una semana! Los británicos hace tiempo que no actuamos como él.

¿Te sorprendió descubrir que la relación a tres bandas en esta historia contara con un norteamericano?

Cuando analizas una relación, si escarbas, descubres que todo tiene que ver con la admiración que sienten dos personas entre sí. Pero también con los celos, que hacen que el conflicto aparezca. Patrick Dempsey ha realizado un gran trabajo en la piel de Jack, un millonario que ha creado un logaritmo para ayudar a la gente a buscar el amor. La competición que libran su personaje y el mío resulta muy divertida en pantalla.

Entonces, ¿disfrutaste con las escenas más cómicas que reflejan el embarazo de Bridget? 

Si te refieres a la parte final, la respuesta es no. Son graciosas cuando las ves, pero para Patrick y para mí no lo fueron (risas). Y ahí está el secreto. Si te hacen reír es porque cargar en peso a Renée no fue fácil. Y eso que ella está delgada…

Al estrenar la tercera entrega, estarás más tranquilo que en las anteriores…

En las presentaciones que hemos hecho a los fans en distintos países hemos obtenido buenas reacciones. Bridget Jones siempre consigue sorprenderme. Con la primera se dudó sobre si una norteamericana (Zellweger) podría dar vida a una londinense. Y mira lo bien que funcionó… Nunca sabes lo que va a pasar antes de que se estrene una película; mucho menos con una comedia. Con ésta he escuchado a la gente reír de una manera increíble.

Llevas unas cuantas comedias a sus espaldas…

Y, cuantas más hagas, más me parece que tienen que ver con la ciencia. Por un lado, es algo mágico que la gente conecte con tu historia. Por otro, tu actuación se repite una y otra vez… hasta que ya no te ríes con el mismo chiste la enésima vez.

¿Cómo fue el reencuentro con Renée Zellweger?

Fantástico. Confieso que me sentía incómodo antes de que Renée confirmara que estaría en el filme. Pensaba que sin ella igual no funcionaría. Pero cuando vi de nuevo que fluía esa magia entre Mr. Darcy y Bridget cuando están juntos lo entendí todo. Mark Darcy tiene sentido porque ama a Bridget. Y ella a él.

Más leído