El síndrome premenstrual puede afectar a las mujeres que menstrúan de todas las edades y con distintos antecedentes. De causas aún no establecidas, esta afección parece responder a una alta sensibilidad a los cambios hormonales normales, nutrición y estrés.
Muchas mujeres perciben cambios físicos o en el estado de ánimo unos días antes de la menstruación. Cuando llegan a afectar la vida normal de una mujer y se repiten en al menos dos ciclos, se los denomina síndrome premenstrual (SPM). “Aunque se desconoce su causa, no son pocos los estudios que muestran que estaría relacionado con cambios hormonales que se desencadenan -con distintos niveles de intensidad- en el cuerpo de la mujer luego de producirse la ovulación, por eso los síntomas pueden aparecer hasta dos semanas antes del período y suelen desaparecer luego del comienzo de la menstruación”. Así lo explicó la médica ginecóloga de Halitus Instituto Médico María Elisa Moltoni (MN 114737).
Si bien se sabe que los síntomas premenstruales son una parte normal del ciclo y de hecho se calcula que un 85% de las mujeres tiene al menos un síntoma premenstrual, el problema con el SPM es que las mujeres que lo sufren presentan un patrón de síntomas que se repite cada mes, con variada intensidad y estos síntomas -físicos y emocionales- pueden interferir en su vida cotidiana. “En un extremo de estos síntomas, con mucha mayor afectación de la calidad de vida y con predominancia de síntomas emocionales se encuentra el síndrome disfórico premenstrual (SDPM), que afecta a un menor número de mujeres”, detalló la especialista.
Al repasar los síntomas, Moltoni mencionó algunos comunes de índole emocional como depresión, ansiedad, estrés, irritabilidad o cambios de humor, ira, somnolencia, fatiga y falta de concentración y memoria. Y otros físicos, como dolor generalizado, hinchazón, aumento de peso, diarrea y molestias abdominales o mamarias. “El diagnóstico puede ser realizado por un profesional luego de un interrogatorio de síntomas completo, pero es recomendable que se obtenga, además, un registro escrito -por pesado que resulte- de los síntomas por al menos dos meses para observar cómo éstos surgen con respecto al ciclo de la mujer, confirmando el diagnóstico -destacó la especialista-. En ocasiones se requiere hacer una interconsulta con psiquiatría para no confundir este cuadro con algún trastorno de esa índole”.
Y tras asegurar que “el síndrome premenstrual puede ser tratado, y es aconsejable consultar, dado que el objetivo es mejorar la calidad de vida de las pacientes que lo padecen”, Moltoni detalló: “Como regla básica se indican modificaciones del estilo de vida, tales como dejar el tabaco y la cafeína, comer sano, aumentando la ingesta de pescados, frutas, verduras y fibra, disminuyendo las grasas saturadas, incluir suplementos vitamínicos”.
“Se recomiendan ejercicios aeróbicos y pueden ayudar también los de relajación, meditación o yoga, o que incluyan técnicas de manejo del estrés, en especial en aquellos casos de ansiedad o estrés. Existen también anticonceptivos formulados para combatir este síndrome, que minimizan los cambios hormonales, mejorando mucho la sintomatología. En algunos casos puede ser necesario el uso de psicofármacos como por ejemplo los antidepresivos, que en ocasiones se indican algunos días del mes, en los que la paciente se encuentra afectada, ahondó, la médica ginecóloga, quien finalizó: “Cada caso debe ser evaluado individualmente para establecer, de acuerdo a los síntomas, la mejor manera de tratarlos y el área emocional no debe ser minimizada en este tipo de cuadros”.