Tegucigalpa.- Las elecciones presidenciales en los Estados Unidos de América han marcado un cambio de rumbo en el escenario mundial y las relaciones bilaterales con Honduras no serán la excepción, pero la coherencia y consistencia propia de la Alianza para la Prosperidad generan confianza en el Gobierno de Honduras de que ésta iniciativa de desarrollo seguirá gozando de un amplio apoyo en ese país.
Tal es el criterio que externó el Secretario Coordinador General de Gobierno y Delegado Presidencial para la Alianza, Jorge Ramón Hernández Alcerro, durante una conferencia denominada “Alianza para la Prosperidad: Balance y Perspectivas”.
La disertación se llevó a cabo este miércoles en el marco del Día de la Diplomacia Hondureña, bajo el auspicio de la Academia Diplomática, dependencia de la Secretaría de Relaciones Exteriores y Cooperación Internacional.
En su exposición, el secretario de Estado reseñó los acontecimientos que desembocaron en la iniciativa que hoy se conoce como Alianza para la Prosperidad del Triángulo Norte y que involucra a Honduras, El Salvador y Guatemala.
Hernández Alcerro precisó que la propuesta de desarrollo tiene su génesis en un momento de crisis, principalmente de carácter migratoria, y que constituye una respuesta no solo política, sino que económica, social, de seguridad e institucional a esa crisis, y que se orienta a mejorar las condiciones de vida de la población más vulnerable de los países involucrados.
Al referirse a las perspectivas de la Alianza para la Prosperidad, frente al cambio de Gobierno en los Estados Unidos, el Coordinador General de Gobierno refirió que las elecciones en el país del norte indudablemente “han marcado un rumbo diferente en el escenario mundial, tanto en el ámbito de la seguridad, como en el comercial, de inversiones y migratorio, entre otros”.
A manera de ejemplo, Hernández Alcerro mencionó, entre otras cosas, que desde su percepción “la tendencia al multilateralismo que predominó en las relaciones internacionales, después de la Segunda Guerra Mundial y últimamente la globalización… parece que será sustituida por nuevas relaciones signadas por un énfasis en el bilateralismo o el aislacionismo”.
“Sin lugar a equivocarme, puedo afirmar que la Alianza para la Prosperidad tiene una lógica muy fuerte. Una coherencia y una consistencia que la justifican plenamente frente a distintas posiciones políticas, partidistas o ideológicas y que eso nos da confianza que seguirá gozando de un apoyo bipartidista y de los distintos estamentos de la sociedad civil norteamericana”, puntualizó el funcionario.
Citando al presidente Juan Orlando Hernández, manifestó que los hondureños aspiran a una Honduras segura, estable y próspera, y que eso a la vez sería de gran beneficio para los Estados Unidos, y que una Honduras insegura, inestable y con falta de oportunidades no conviene, ni a los hondureños, ni a los estadounidenses.
“Si Washington entiende esto, la Alianza para la Prosperidad tendrá larga vida y las relaciones bilaterales y regionales entre Estados Unidos y Centroamérica beneficiarán a ambos pueblos con seguridad, paz, bienestar y libertad”, expresó el Coordinador de Gobierno.