En Venezuela las palabras se las lleva el viento a velocidad de huracán caribeño. La última demostración la volvió a dar ayer Nicolás Maduro, amagando primero con suspender la mesa del diálogo con la oposición para bendecirla más tarde y desmentir que la hubiera “abandonado”, como denunció la Unidad Democrática en la mañana.
“Lo más destacado es que la mesa del diálogo sigue avanzando, se irá consolidando y recibiremos enero, febrero, marzo con una mesa de diálogo fortalecida”, declaró el ‘hijo de Chávez’, tras reunirse durante dos horas con uno de los mediadores, José Luis Rodríguez Zapatero.
El ex jefe del gobierno español, convertido en hombre clave del proceso, felicitó al presidente por “la reafirmación de compromiso con el diálogo. Esta es la garantía de paz y esperanza”.
La “suspensión” del diálogo se prolongó durante menos de un día. En la noche del martes, la oposición supo que los delegados chavistas abandonaron las mesas técnicas que preparan la cumbre del 6 de diciembre, donde ya estará presente el enviado papal, monseñor Claudio María Celli. En la mañana de ayer denunciaron públicamente el “congelamiento” ordenado por Maduro, invocando siempre a los mediadores, quienes les habrían informado del malestar oficialista después de que el Parlamento creara una comisión para investigar la responsabilidad de altos funcionarios en el ‘caso de los narcosobrinos’.
El primer mandatario reaccionó de esta forma, con idas y venidas vertiginosas, por culpa de la condena en una corte de Nueva York contra Efraín Campos Flores y Franqui Flores de Freitas, sobrinos de la pareja presidencial, acusados de conspirar para introducir cocaína en Estados Unidos. Un escándalo que pese al hermetismo oficial ha trascendido en la sociedad y que se ha convertido en tema de consumo público, incómodo para buena parte del chavismo.
“Ahora el maula (Maduro) dice que no se levantó de la mesa. ¡Reculó! Quiere meses para ver si cumple los acuerdos! ¡Inaceptable! ¡Toca luchar!”, clamó el gobernador Henrique Capriles, quien fue acusado por el gobierno ante la Fiscalía tras publicar en su cuenta de twitter la fotografía de los supuestos pasaportes usados por los ‘narcosobrinos’ en sus peripecias caribeñas.
Al cierre de esta edición, varios dirigentes de la oposición mantenían otra reunión con Zapatero para decidir qué posición política van a tomar. Los dirigentes de la Unidad saben que Maduro quiere ganar más tiempo con las negociaciones y, además, agrandar las diferencias ya existentes en su seno.
Desde la firma del 12 de noviembre entre los dos bandos, la revolución sólo ha liberado a un preso político de los 108 que permanecen en sus prisiones. Tampoco ha avanzado en la creación de un Consejo Nacional Electoral (CNE) equilibrado ni siquiera en la apertura de un canal humanitario para medicinas, pese a la evidente escasez que sufre el país.
El primer paso, que ni siquiera es hacia delante, lo realizó ayer el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), que exhortó a la que la Asamblea desincorpore oficialmente a los tres diputados de Amazonas, algo que ya se realizó la semana pasada pero que el TSJ considera insuficiente.
El Alto Tribunal revolucionario, además, recordó al Parlamento que cuando le sea retirado el desacato deberá realizar una suerte de reinicio de sus iniciativas legislativas.
Esta llave jurídica abriría una cadena de acontecimientos previstos en los acuerdos: convocatoria de elecciones en el estado de Amazonas y designación de dos rectores para equilibrar el CNE.