viernes, noviembre 22, 2024

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Cuál es el secreto del único lugar del mundo exento del virus del zika

La isla más aislada del mundo no ha registrado ningún caso, pese a que allí existe el mosquito Aeges aegypti, transmisor de zika, el dengue y la fiebre amarilla. De las islas habitadas, la chilena Isla de Pascua, hogar de las monumentales estatuas de piedra conocidas como moái, es una de las más apartadas del mundo.

Allí, más de 5.000 personas conviven desde hace 18 años con el mosquito Aeges aegypti, capaz de transmitir el zika, el virus que tiene en alerta a América Latina y por el que la Organización Mundial de la Salud emitió esta semana una alerta de emergencia global.

Según el alcalde de la isla, Pedro Edmunds, pese a haberse presentado un caso de zika entre diciembre de 2013 y enero de 2014, y hasta 173 sospechosos en ese mismo período, la isla se mantiene hasta ahora libre del brote.

De hecho, desde que el pasado lunes se emitió la alerta global por el zika, virus que se ha vinculado con el nacimiento de niños con microcefalia, en el territorio continental de Chile se han reportado tres casos importados de la enfermedad.

“Sabemos cómo vivir con el mosquito Aeges aegypti, que es el verdadero malo de esta película”, le dijo a BBC Mundo Pedro Edmunds. El hombre habla desde Hanga Roa, la zona urbana de la isla, que a diferencia de Chile continental, tiene un clima subtropical, con veranos cálidos y húmedos.

“Entendemos a este vector, porque es el transmisor de otras enfermedades graves, como el dengue, el dengue hemorrágico o el chikungunya, que deja secuelas”.

Por eso en la isla las medidas para evitar la proliferación del mosquito llevan años en vigor. De hecho, la principal preocupación en la isla no es el zika, sino el dengue.

En la página web del municipio tan sólo se informa sobre esta última enfermedad: “Todos contra el dengue: eliminemos los criaderos” es la consigna que se lee y que va acompañada por signos que prohíben la acumulación de desechos o de agua en baldes. “Eliminando el mosquito reducimos el riesgo de contagio local”, reza la advertencia.

“Tenemos un plan de saneamiento permanente, que es mi recomendación para el mundo”, dice Edmunds, que ha dirigido el municipio casi sin interrupción desde 1994.

“Aquí, tal como uno se levanta en la mañana y se lava los dientes, cada cual debe limpiar su entorno y preocuparse de que también lo haga el vecino. Uno parte con el convencimiento de las personas, y luego con herramientas jurídicas que obliguen”, dice el alcalde.

Desde el gobierno central, apuntan sin embargo a que el manejo en la isla es distinto al de un territorio mayor. “Es pequeña en términos sanitarios”, dice María Graciela Astudillo, representante del Ministerio de Salud chileno para la región de Valparaíso.

“Allí existe manejo ambiental de los vectores. Hay educación permanente sobre los lugares que podrían ser criaderos, como aguas estancadas, floreros, tachos donde se da agua a los animales, restos inservibles, neumáticos, restos de automóviles, etc…”.

“Se controlan todos los lugares donde podría proliferar, se corta el pasto, se ordenan los patios. Trabajamos con la comunidad”, dice Astudillo. La isla tampoco registra casos de microcefalia. “Se controlan todos los lugares donde podría proliferar, se corta el pasto, se ordenan los patios. Trabajamos con la comunidad” “Hemos hecho vigilancia y no hay niños con microcefalia en la isla”, sostiene Astudillo.

“Probablemente una parte importante de Isla de Pascua tenga inmunidad contra el virus zika”, planteó en Santiago el jefe de prevención de enfermedades de la Secretaría de Salud en Chile, ante la ausencia de casos de la enfermedad los últimos dos años.

El riesgo del turismo

Los turistas en Isla de Pascua, lugar considerado por la Unesco patrimonio de la humanidad, suman unos 80.000 al año, y de ellos depende buena parte de los ingresos de la isla, que es también parque nacional.

“Hay vuelos que vienen del trópico, de Tahití y del Pacífico. También somos puerto de entrada desde Sudamérica, con vuelos directos que podrían venir desde Brasil vía Santiago. Podría ser que allí viajaran personas en el período de incubación a la enfermedad”, dice el alcalde con preocupación.

“En caso de fiebre, si viene de zona donde hay brote, hacemos seguimiento. Estamos coordinados para su detección en el hospital de Hanga Roa”, dice Astudillo. Además, los vuelos que salen de la isla son fumigados. No así los que llegan. Es un riesgo, según la autoridad comunal.

“El control de vuelos no es suficiente. Me alegro de que se declare emergencia mundial porque los países deberían tomar medidas más serias. El vector llegó a la isla desde Tahití, por eso estamos infectados. Chile debería tener un acercamiento amigable de trabajo con ellos para ayudarlos a resolver su problema allá”.

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