En la zona mixta de Burdeos, los jugadores de la selección desfilaban con el morro torcido, conscientes de que el error les condena a una Eurocopa terrible de aquí en adelante. Al perder contra Croacia, España tiene que viajar por la ruta de los campeones y la primera estación le lleva a Italia, el lunes a las 18.00 en París. «Se ha complicado un poco el escenario, pero nunca sabes dónde está el peligro», confesaba Vicente del Bosque en una charla improvisada con los periodistas de prensa escrita, delatado por una mirada de preocupación porque el cuadro es durísimo.
En el caso de superar a Italia, Alemania y Francia se vislumbran en el horizonte y solo vale el tópico aquel de que «para ser campeones hay que ganar a todos», una sentencia que tiene poco de verdad. Con todo, también hay quien quiere ver el vaso medio lleno presumiendo de historial y de plantilla, igual de preocupados los italianos porque ser campeones de su grupos le ha obligado a medirse a la vigente reina de Europa. «Somos España», presume Andrés Iniesta.
El patinazo ha despertado al grupo después de dos actuaciones muy meritorias, aunque las voces autorizadas no quieren que se disparen las alarmas. «Otra cosa hubiese sido una eliminación, sin vuelta atrás, pero estamos en una situación que podía pasar», sostiene Iniesta. Después de una jornada festiva, en la que algunos montaron una barbacoa mientras otros prefirieron comer en Saint-Martin de Ré, hoy se vuelve al trabajo. Hay mucho que hacer.
Portería a cero, básico
España, por su propia experiencia, sabe que para optar a un título en un gran torneo necesita dejar la portería a cero. En la Eurocopa de 2008, recibió tres tantos (todos en la fase de grupos); en el Mundial de Sudáfrica, fueron dos (también en la fase de grupos); y en la Eurocopa de 2012, uno (en el debut).
Es fundamental que David de Gea recupere la confianza, señalado ante Croacia porque tuvo despistes, alguna salida cuestionable y falló de manera evidente en el segundo tanto. Se entiende que seguirá siendo el portero titular.