Polémicas elecciones presidenciales. Escrutados casi el 70% de los votos, obtenía el 72.1% frente a 14,2% de su rival Máximo Rodríguez; en unos comicios que la oposición no acepta.
Managua, Nicaragua.– El presidente Daniel Ortega obtenía junto a su esposa Rosario Murillo, amplia ventaja en las elecciones del domingo, pese a críticas de nepotismo y una alegada abstención masiva que le hace la oposición, excluida del proceso.
Con el 66,3% del escrutinio, Ortega ganaba con el 72,1% de votos frente a 14,2% para un lejano segundo lugar del candidato del derechista Partido Liberal Constitucionalista (PLC), Maximino Rodríguez, según el segundo informe del Consejo Supremo Electoral (CSE) emitido la madrugada del lunes.
Cientos de sandinistas salieron la madrugada del lunes a festejar en la capital la reelección del máximo líder del Frente Sandinista (FSLN, izquierda), un ex guerrillero que ha gobernado tres veces Nicaragua de manera autocrática.
En la elección legislativa, también en liza, el FSLN, tenía el 66,4% de votos, mientras que el PLC, 14,7. La asignación de escaños aún no se ha informado hasta concluir el escrutinio.
La oposición, estimó que la abstención fue de más del 70%, incluso en lugares donde el partido de Ortega tenía influencia, pero según el CSE, ésta fue de un 33,7%.
Las leyes nicaragüenses no contemplan un techo de participación mínima para que una elección sea valida, por lo que el candidato que obtenga más votos respecto a su contrincante gana la contienda.
La oposición quedó fuera de la contienda a causa de un fallo judicial que los despojó de la representación legal de su partido cuatro meses antes de las elecciones, en una maniobra atribuida a Ortega.
Los comicios han estado dominados por Ortega, quien cumplirá 71 años el 11 de noviembre.
Los presidentes de Cuba, Raúl Castro, y de Venezuela, Nicolás Maduro, miembros de la Alianza Bolivariana de las Américas (ALBA), felicitaron a Ortega y Murillo por su triunfo electoral.
Militante sandinista desde la década de 1970 y madre de diez hijos, dos adoptados, esta excéntrica poetisa de 65 años conocida por su estilo autoritario es adorada por los simpatizantes de Ortega y apodada “bruja” por los opositores.
“Durante los últimos 10 años, la señora Murillo ha asumido en muchas ocasiones las funciones de jefe de Estado”, dijo por correo electrónico Verónica Rueda Estrada, una experta en Nicaragua de la Universidad de Quintana Roo de México.
En la última década, Ortega acumuló un enorme poder político y económico gracias a la conducción de su partido, una alianza con el sector empresarial y el apoyo de Venezuela.
Según datos oficiales, entre 2007 y el primer semestre de 2016, Nicaragua recibió casi 4.800 millones de dólares en préstamos blandos e inversiones de Venezuela, que fueron manejados fuera del presupuesto y sin fiscalización.
La mayor parte fue invertida en proyectos de energía, desarrollo del comercio, grupos empresariales, agricultura, construcción de viviendas y programas sociales que permitieron reducir la pobreza de 42,5% a 29,6% entre 2009 y 2014.
La crisis política y los bajos precios del petróleo afectaron la cooperación y el comercio con Venezuela, que hasta 2015 era el segundo socio en importancia de Nicaragua después de Estados Unidos.
No obstante, el analista Cirilo Otero, profesor de sociología de la Universidad Centroamericana, consideró que el gobierno se ha preparado para sobrevivir sin Venezuela buscando petróleo en otros mercados como el estadounidense.
Los nicaragüenses eligieron el domingo presidente y vicepresidente, 90 diputados de la Asamblea Nacional y otros 20 del Parlamento Centroamericano.