La presidenta Dilma Rousseff, amenazada por un juicio político, comenzó este miércoles a mover piezas para retener a algunos de los seis ministros del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PDMB), que ha roto con el Gobierno.
Su primer movimiento fue conceder “créditos” para seis ministerios, entre los que están los de Agricultura y Ciencia y Tecnología, controlados por el PMDB y cuyos titulares dieron a entender que pudieran no acatar la decisión del partido, que implica renunciar antes del 12 de abril.
Esa formación, la mayor fuerza política del país y liderada por el vicepresidente, Michel Temer, anunció su salida del Gobierno, lo que fue interpretado como un apoyo a un eventual juicio político contra la mandataria.